Un documental de Canal + muestra el lado más sensible del lobo
El mundo de los lobos vuelve a televisión después de 20 años de ausencia -desde los reportajes que dieron tanto prestigio a Félix Rodríguez de la Fuente- con un documental que cuenta la vida de los lobos de una forma diferente. Las montañas del lobo, que estrena Canal + esta noche (22.00), relata por encima de todo una historia. La historia de una manada donde se observan las disputas internas por el poder, las cacerías que tienen como víctimas desde truchas a ciervos o los intentos desesperados por conseguir comida que les lleva a acercarse a una finca para comer uvas o a las orillas del Cantábrico para saborear un delfín muerto.
El documental, producido por Bitis, también muestra la cara sentimental de este animal, que durante muchos años fue denostado por ser un temible depredador que causaba estragos en los corrales. En esta interesante producción se le ve llorar la muerte de un compañero, sufrir en soledad y disfrutar al encontrar una pareja. Su característica agresividad se trasluce en las peleas y en los ataques donde sacan a relucir sus afilados colmillos.
"La historia prima sobre el documento", cuenta Joaquín Gutiérrez Acha, naturalista y director del reportaje. Antes de empezar a grabar, Acha escribió, junto a Fernando López-Mirones, un guión que tiene como referente a un lobo flotante excluido de la manada y que deambula en busca de un lugar donde asentarse. En dos años de trabajo, el equipo empleó 18.000 metros de celuloide. Este trepidante y emocionante documental de 52 minutos rodado en Asturias y Galicia ya ha recibido el premio a la "mejor historia" en el Festival Naturvisión, en Alemania.
La música celta de José Manuel García Pelayo acompaña a esta especie carnívora en todas sus andanzas.
Actualmente se calcula que existen en España alrededor 2.500 lobos ibéricos. Tras una época en que eran asesinados y envenenados, la percepción de este animal cambió cuando Félix Rodríguez de la Fuente mostró la otra cara del lobo. Gutiérrez Acha ha querido enseñar la vida de este animal desde dentro de su propia familia para que la gente lo comprenda mejor y así aportar un "granito de arena" en su defensa. Para ello ha contado con un equipo de naturalista con los que ya trabajó en sus tres anteriores documentales y con una tecnología muy avanzada que le ha permitido captar imágenes inéditas, algunas de ellas con cámaras subacuáticas y otras con tomas aéreas.
Las montañas del lobo contó con un presupuesto de 480.000 euros, lo que supuso una inversión de 9.000 euros por minuto. Gutiérrez Acha aseguró que no habían llegado a sentir miedo, pero reconoció que "era inquietante rodar algunas escenas de noche". Este profesional ya está trabajando en otro documental en Sierra Morena y el Parque Nacional de Doñana, donde graba a un animal en peligro de extinción, el lince ibérico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.