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Javier Urquijo avanza en su obra reciente en la búsqueda de la síntesis

La galería Aritza reúne en Bilbao las últimas pinturas y esculturas del polifacético autor

El artista y crítico de arte Javier Urquijo (Bilbao, 1939) presenta en la capital vizcaína hasta el próximo 8 de noviembre una muestra con su obra más reciente integrada por unos 24 cuadros, al óleo y acuarela de distintos formatos y media docena de esculturas que el autor llama simplemente estructuras. La galería Aritza (Marqués del Puerto, 14) inauguró ayer la exposición en una cita que los amigos y admiradores de Urquijo convirtieron también en un homenaje al pintor, actualmente enfermo.

El artista prosigue en estas últimas obras por la senda que abrió en su anterior muestra en Aritza, en 2001, en la que buscaba la síntesis. "Una vez más, la esencialidad de las formas vuelve a ganarme la partida. Me invade la soledad del minimalismo puro y duro", escribía Urquijo en el catálogo de aquella exposición. Así, las formas de sus composiciones son nítidas, simples, negras, esenciales. Dentro de esas estructuras geométricas destaca la gestualidad del color vivo y directo. La muestra incluye algún trabajo de 1999, pero la mayoría están fechados entre 2000 y 2002. De este año se ofrecen sólo dos piezas.

Además de los cuadros, la galería expone cinco estructuras, como las denomina su autor, composiciones en tres dimensiones, una suerte de pinturas-esculturas o de esculturas-pinturas. Son cubos cada una de cuyas caras es un cuadro. "Esto que hay aquí es Javier Urquijo", indica la galerista Sol Panera. Su camino hacia "lo minimal" tiene su máxima expresión en algunas obras en las que usa "la tela virgen" como color base. Sobre esa tela, pinceladas escuetas lanzan una línea, un círculo, lo básico.

La luz

Hay en las pinturas de Urquijo otro elemento que le define: la luz, que en sus obras descubre sensaciones, las sugiere o las provoca. "La luz posibilita la narrativa, la existencia de cosas", afirmaba el autor. "La luz es todo en el arte: la creación".

Pintor, escenógrafo, escritor, poeta, comentarista de radio y televisión, crítico de arte y de toros, Javier Urquijo es un hombre inquieto e irónico que, por encima de todas sus dedicaciones profesionales, se considera artista. "Mi obra refleja mi vida, incluido mi sentido del humor", dice. Y así son esas pinceladas naranjas, verdes, fucsias, color directo y sin concesiones, que ha reunido en la galería Aritza. "Cada vez soy más simple y busco la síntesis total", explica.

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En 1964, el artista expuso por primera vez en solitario, en la galería Illescas. Desde entonces, Urquijo ha realizado casi medio centenar de muestras individuales más y ha participado en numerosas colectivas.

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