Manzano echa balones fuera

Gregorio Manzano, el técnico del Atlético, arrastra como si fuera una bola de presidiario las críticas tras la goleada del pasado sábado en Riazor ante el Depor (5-1) y la pésima racha liguera del equipo, antepenúltimo en la clasificación con cuatro puntos y dos goles a favor por diez en contra. Una tormenta que lastra su sonrisa y sus habituales comentarios jocosos. Ayer, la víspera de la visita copera de hoy al Conquese, se situó ante los medios de comunicación en una actitud claramente defensiva.

"Me levanto todos los días para buscar soluciones a los problemas. Unos problemas que hemos generado entre todos", dijo Manzano como punto de partida a un largo monólogo. Unas explicaciones en las que concedió: "Todos hemos cometido errores". Pero luego, tras varios circunloquios, señaló hacia sus jugadores: "Ante la mala racha, se retraen, se intimidan y casi diría que se esconden". En ese sentido, insistió: "A veces, no están afortunados y... yo no puedo hacer nada desde el banquillo".

La fecha de caducidad del proyecto Manzano podría precipitarse si el conjunto rojiblanco cayera eliminado ante el Conquense. "En este momento estamos ante el suspense de si los directivos se pondrán nerviosos o no. A ver si hay normalidad de una vez por todas en el fútbol y... paciencia", comentó. En cualquier caso, el presidente, Enrique Cerezo, reiteró que la directiva ha optado en esta ocasión por la prudencia: "Manzano no está cuestionado ni hoy ni dentro de quince días"

El preparador jiennense confesó cuál ha sido, en su opinión, su gran equivocación: "No seguir ensayando lo que se hizo en la pretemporada. Parece que se han olvidado las aperturas por las bandas, el desborde, las líneas más juntas, el equilibrio y el repliegue. Esas cosas hay que recordárselas todos los días a los futbolistas".

No obstante, Manzano rechazó las tesis que le acusan de haber cambiado de once y de sistema a cada partido: "Desde la pretemporada, no ha variado mi análisis. Hemos cambiado muy poco el cuadro de encuentro en encuentro. Quizá sólo he modificado el pasar de jugar con un único mediocentro a hacerlo con dos pivotes". En esa posición ha jugado con Simeone solo, con De los Santos solo, con Simeone y Diego Rivas y con De los Santos y Diego Rivas.

Movilla se ve el último

Al que aún no ha utilizado Manzano ni un solo minuto es a Movilla. El centrocampista no quiso entrar en la operación de intercambio con el Mallorca por el fichaje de Ibagaza y desde entonces se ha quedado en un rincón. "No tengo nada en contra de nadie. La teorías del castigo a Movilla es falsa. Si le hubiese metido cinco minutos en cualquier partido, me habría quitado el problema", dijo ayer con cierto enfado Manzano. Previamente, el propio Movilla, aún con la boca pequeña, había lanzado sus primeras quejas por su situación: "Me parece extraño no haber jugado ni un minuto esta temporada".

Movilla reveló las negociaciones y charlas que mantuvo en agosto con el nuevo director deportivo, Toni Muñoz, y con el propio Manzano: "En el verano tuve dos conversaciones. Una, con Toni Muñoz y Manzano en la que me comentaron el interés del Mallorca por mí. Yo les dije que me quedaría en el Atlético y a ellos les pareció bien. Después de la pretemporada, en la que el técnico me alabó en público, tuve otra charla con Manzano y me dijo que iba a tener muy difícil jugar por la gente que vendría. Yo decidí otra vez quedarme y me aferré a la postura de que siento estos colores como el que más".

Resignado, Movilla asumió sus circunstancias con realismo: "Ahora mismo, está claro que soy el número 24 de la plantilla. Pero debo ser egoísta y pensar que tengo calidad para jugar". Después quiso rebajar sus tímidas protestas apostillando en cada frase que lo importante es el equipo: "No soy una estrella ni puedo meter tres goles en un partido. Igual juego yo y nos meten seis. Lo importante no es si juego o no juego, sino que el equipo gane".