Concentración en la N-331
Unas 500 personas, según la Guardia Civil, y 1.000, según la plataforma que reclama la atovía Córdoba-Antequera, se reunieron ayer en el kilómetro 41 de la N-331 para demandar al Gobierno central la conclusión de las obras antes de 2005. La protesta, que contó con familiares de algunas de las víctimas de accidentes de tráfico registrados en la N-331, supuso un corte de tráfico de 15 minutos.
A la protesta también asistieron alcaldes de los municipios afectados por el trazado de la autovía y el presidente de la Diputación de Córdoba, Francisco Pulido.
El alcalde de Aguilar de la Frontera, Francisco Paniagua, leyó el manifiesto de la marcha, encabezada con el lema Autovía es vida 2005. En la declaración, que recuerda los 800 accidentes ocurridos y las 69 muertes registradas en los últimos cinco años en la N-331, Paniagua habló de "carretera maldita" y exigió la finalización de la carretera en 2005. Los planes del Ministerio de Fomento posponen su conclusión hasta 2007.
El subdelegado del Gobierno en Córdoba, Javier de Torre, dijo ayer que la autovía Córdoba-Antequera no disminuirá el número de accidentes porque "éstos se producen por imprudencias de los conductores". De Torre aseguró que, desde 1980, el nivel de circulación de la N-331 es similar al actual.
Los datos de Tráfico son distintos y registran un aumento del 30% en el paso de vehículos desde 1993.
Por otra parte, el diputado nacional de IU Luis Carlos Rejón criticó ayer la "falta de previsión y la inseguridad jurídica y presupuestaria" del proyecto de autopista de peaje entre Toledo y la Autovía de Andalucía. Rejón detalló la partida que el borrador de los Presupuestos Generales del Estado para 2004 destina a esta infraestructura: 1.200 euros.
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