_
_
_
_
_
Crítica:Porsche Carrera GT
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La última maravilla tecnológica

Potencia superlativa, pero siempre bajo control. El Carrera GT es el último icono de Porsche, un superdeportivo que explora nuevos límites entre los coches de calle. Tiene 612 CV, acelera de 0 a 200 km/h. en menos de 10 segundos y puede alcanzar 330 km/h. Y, sin embargo, se conduce casi como un turismo normal. Este laboratorio rodante del futuro aplica los últimos materiales y tecnologías para domesticar su inacabable poderío y permitir al conductor disfrutar sus impresionantes prestaciones con total seguridad.

El Carrera GT saldrá a la venta en España en noviembre con un precio de 505.000 euros. Pero a pesar de sus tarifas estratosféricas, las 1.500 unidades que se fabricarán en los próximos tres años están prácticamente vendidas, y 20 de ellas se quedarán en España.

Símbolo tecnológico

Porsche ha convertido la necesidad en virtud con este modelo. Cuando muchos fabricantes ofrecen ya versiones especiales de sus berlinas familiares con 350 y hasta 450 CV (Audi RS6), la marca alemana necesitaba dar un golpe de efecto para mantener su imagen como fabricante de coches exclusivos de altas prestaciones. Y esa demostración de poderío es la que aportan los 612 CV del Carrera GT. Sin embargo, el gran mérito está en que no se ha limitado a crear un superdeportivo de imagen envolviendo una mecánica poderosa con una carrocería de diseño apasionante y espectacular. Porsche ha aprovechado la ocasión para explorar nuevas soluciones tecnológicas que permitan utilizar este modelo los 365 días del año y que además se aplicarán en el futuro a otros deportivos de su gama. Y ha anunciado también que será un coche rentable: todos los gastos de investigación, desarrollo y fabricación del Carrera GT se amortizarán con las ventas.

Laboratorio del futuro

Lo que más llama la atención en este Porsche es su impresionante imagen y fuerza mecánica, pero más meritorio aún resulta su comportamiento y facilidad de conducción. La clave para lograrlo está en la reducción del peso. El Carrera GT mide 4,61 metros de largo, 1,92 de ancho y sólo 1,16 de alto. Y a pesar de montar un motor 5.7 V10 de 612 CV pesa tan sólo 1.380 kilos con el depósito lleno, poco más que un Golf.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Pero para conseguir el milagro se ha luchado gramo a gramo aplicando una completísima batería de soluciones futuristas, en muchos casos derivadas de la competición. Así, el chasis de fibra de carbono y resinas plásticas exige hasta 1.000 operaciones distintas y se tarda una semana en fabricarlo. Pero apenas pesa 100 kilos. Las llantas son de magnesio, un 25% más ligeras que las de aluminio. El motor de 10 cilindros sólo pesa 214 kilos, y los asientos de fibra de carbono y magnesio, apenas 10,3 kilos, la mitad que unos normales. Monta también embrague y frenos cerámicos, la consola central y los dos techos desmontabales de fibra de carbono (2,3 kilos)... Y el resultado es una manejabilidad, estabilidad y capacidad de frenada sorprendentes que hacen sentirse seguro y con todo bajo control incluso a velocidades de vértigo.

Un 'roadster' biplaza

Aparte de su tecnología, el Carrera GT ofrece la imagen atractiva e imponente que se espera de un superdeportivo. Aunque los descapotables son siempre menos rígidos, Porsche ha diseñado una carrocería roadster (biplaza) para poder circular descubierto: basta desmontar los dos techos, que caben en el maletero (76 litros). La línea conserva las características de la marca en el frontal, con unos faros rasgados y una gran toma de aire. El lateral, con el habitáculo adelantado, delata la posición central del motor. Y la zaga, alargada y musculosa, integra un alerón que se despliega a 120 km/h. El conjunto combina deportividad y elegancia para crear una estampa inconfundible que entusiasma y adelanta soluciones estéticas que se aplicarán en futuros modelos.

A pesar de su espectacular imagen, sus enormes tomas de aire y sus avanzadas tecnologías, Porsche ha diseñado el Carrera GT para que se pueda utilizar a diario.
A pesar de su espectacular imagen, sus enormes tomas de aire y sus avanzadas tecnologías, Porsche ha diseñado el Carrera GT para que se pueda utilizar a diario.

AL VOLANTE DEL PORSCHE CARRERA GT

LA PRESENTACIÓN de un coche que alcanza 330 km/h. exigía un escenario tan especial como la antigua base soviética de Gross Dölln (al este de Berlín), con varias pistas de aterrizaje de 4,5 kilómetros. La cita, ocho y media de la mañana, empezaba con una prueba de velocidad ¡recién desayunados! Y al volante no esperaba un piloto consagrado, sino Roland Kussmaul, ingeniero jefe del proyecto. Sin más preámbulo que un simple ¿estás listo? comenzaba la fiesta: Kussmaul soltó el pie del embrague y el Carrera salió catapultado como un cohete dejando la cabeza y el cuerpo del periodista clavados en el asiento. Una pantalla digital en el piso mostraba la velocidad instántanea: en 4 segundos marcaba 100 km/h.; a los 10 segundos, 200 km/h., y a toda marcha fueron cayendo los 250, 300 y los 329 km/h. finales. Una bandera agitada indicaba el final de la pista, pero Kussmaul siguió a tope. Y cuando parecía que el hangar del fondo sería el destino final, acarició el freno y el Carrera se paró en un suspiro. Así hasta cuatro pasadas, la última metiendo la sexta marcha a 40 km/h. para ver la elasticidad: superamos igual los 320 km/h.

Después llegó nuestro turno. Tener entre las manos un coche de 505.000 euros y más de 600 CV bajo el acelerador impone cierto respeto. Pero el Carrera GT funciona tan bien que en 200 metros se olvidan los temores. La dirección y el cambio son una delicia por suavidad, rapidez y precisión; el motor empuja como un misil, pero siempre bajo control. Y los 612 CV se manejan y frenan con una facilidad que entusiasma, como si fuera un GTI, y hacen sentirse un genio del volante. Lo peor: el sueño sólo duró 100 kilómetros, una lástima.

SOLUCIONES DE COMPETICIÓN PARA USO DIARIO

DE LAS CARRERAS a la calle, o al revés. El Carrera GT utiliza componentes de competición adaptados para aumentar su durabilidad y admitir un uso diario. Pero llega al mercado también listo para situarlo en la parrilla de salida de las 24 Horas de Le Mans. Se vende en dos versiones casi idénticas: la de calle incluye cuatro airbags, ABS, control de tracción y un paquete con climatizador, navegador y teléfono, y la otra prescinde de esto último. Pero las dos tienen el mismo precio.

Para digerir con seguridad los 612 CV del motor V10, Porsche ha evolucionado e inventado muchos elementos. Así, el motor y el cambio manual de seis marchas son una evolución de los utilizados en Le Mans en 1999. Lleva un doble disco de embrague cerámico que, aparte de resistir todo, dura más que el de un coche normal. Este material se aplica también en los discos de freno, que paran el peso a 300 km/h. en un suspiro. El Carrera GT utiliza en el chasis y el interior materiales reservados hasta ahora a la competición (fibra de carbono, magnesio...), y los combina con cueros exquisitos para crear un ambiente deportivo e impecable.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_