Tapaderas para el tabaco

Contra "Fumar puede matar" o "Fumar puede reducir el flujo sanguíneo y provoca impotencia" de las cajetillas de tabaco, frases como "Fumar relaja en los atascos" u otras que nada tienen que ver con el tabaco pero que no dejan de ser una advertencia para todos: "Más cornadas da el hambre", "La televisión puede producir encefalograma plano". En algún estanco de Madrid se regalan este tipo de papelillos para situarlos encima de las leyendas que desde ayer aparecen de forma obligatoria en todos los paquetes de tabaco.

Miguel, el estanquero que asegura ser el inventor de esta idea, dice que hay fumadores que están hartos de las "esquelas" y prefieren tomárselo con humor y al comprar una cajetilla se llevan un par de frases. "A mí me parece una idea divertida, que además gusta mucho a la gente", comenta un joven que ya las utiliza. Ambos son plenamente conscientes de que fumar es malo y abogan por la prevención y no por "medidas inútiles". Mientras tanto otra dependienta recrimina a un presentador de telediario, que acaba de entrar en el estanco, de que se informe tanto sobre si los fabricantes de tabaco van a vulnerar la ley por seguir utilizando colores distintos para identificar los cigarros "light". El director general de Salud Pública, José María Martín Moreno, advirtió ayer de que las tabacaleras "evidentemente bordean el espíritu de la norma" sobre etiquetado al utilizar esa distinta coloración.

Desde principios de setiembre se vende en los estancos pitilleras de cartón de usar y tirar que cuestan 0,60 euros. Un par de ellas tiene dibujos de hojas de marihuana. En otras aparecen toros o corazones, pero ninguna tiene ninguna leyenda a favor del tabaco.

Desde la Asociación de Estanqueros de España aseguran que se están vendiendo mucho. "Esto demuestra que la gente está harta de las esquelas mortuorias y utilizan su libertad para ocultarlas", precisan. La demanda de los estancos de estas pitilleras ha desbordado a las distribuidoras. Desde una de ellas, Dungi, comentan que hay una demanda muy alta de estos productos a nivel europeo y que se han agotado las existencias.

En otro céntrico estanco de la capital sí que tienen suministros. Vendieron una primera remesa y ayer ponían a la venta la segunda. "Los que menos compran son los jóvenes", precisa el estanquero sin dejar de vender cartones y paquetes.