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Seal, el rey del 'soul' europeo, vuelve a sus orígenes con su cuarto disco

El cantante británico llevaba cinco años sin publicar un álbum

En estos días ve la luz Seal IV, el cuarto elepé del cantante británico Seal y uno de los discos más esperados del exiguo circuito del soul europeo, dado que este solista, que ha vendido decenas de millones de discos gracias a éxitos como Crazy, Killer, Prayer for the dying y Kiss from a rose, llevaba un lustro sin editar. En el nuevo álbum, Seal regresa a sus orígenes musicales, aunque el cantante afirma que él nunca ha cambiado.

Las razones de esta misteriosa tardanza las explicó ayer Seal (Seal Henry Samuel, Paddington, 1963) del siguiente modo en una rueda de prensa ayer en Madrid: "He tardado tanto en publicar un nuevo disco más por razones de calidad que de cantidad. Creo que todo el mundo es capaz de escribir canciones, pero lo importante es la calidad de esas canciones".

Para Seal, ganador de varios premios Grammy y uno de los pocos intérpretes de soul a este lado del océano que han obtenido enorme reconocimiento en América, el proceso de grabación del disco fue extremadamente laborioso. Casi tres años ha tardado el cantante en ultimar este nuevo trabajo, cuando ya hacía otros dos que apareciera el anterior, Human being. Sin embargo, Seal descartó un disco entero, grabado en el año 2000, y retornó a su Inglaterra natal tras 12 años residiendo en Los Ángeles. El cantante explica: "Hace mucho que empecé a escribir canciones para este disco. Incluso llegué a tenerlo hecho hace un par de años, pero una vez grabado no me gustó y lo rechacé por entero, porque a la hora de hacer discos todo es muy complicado. No sólo está el componente artístico, aunque es lo principal para mí. También está la parte del negocio y de las compañías discográficas, que es el aspecto que no me interesa. El truco está en encontrar el equilibrio entre negocio y arte". "La gente de la industria cambia constantemente y eso hace que se olviden fácilmente de los éxitos de mi carrera. De este modo, ocurre que de pronto vender un millón de discos de Human being no es importante".

Una vez resuelto ese dilema entre arte e industria, Seal recomenzó la tarea y compuso hasta 75 nuevas canciones, de las cuales once formaron finalmente el disco: "Para mí, lo más difícil es encontrar esa chispa que desencadena una buena canción. Puede ser en Madrid, en Los Ángeles o en Londres. Pero siempre tienes que estar pendiente para cuando esa chispa aparezca".

Seal IV significa el regreso de su autor a sus orígenes musicales: Stevie Wonder, Curtis Mayfield o Marvin Gaye. Sin embargo, Seal no parece muy de acuerdo con este análisis: "Cuando me preguntan si vuelvo a mis principios, no sé muy bien por qué me hacen esa pregunta. Yo tengo la sensación de que nunca he cambiado. Tengo los mismos músicos y trabajo con el mismo equipo, todos dirigidos como siempre por el productor Trevor Horn. Mi voz sigue siendo la misma. Prueba de que me veo como siempre es que al álbum lo he titulado simplemente Seal VI y siento que en él me muestro totalmente abierto, tal y como soy".

"En el libreto que va con el disco explico cómo nació el álbum y cómo gracias a él salí de la depresión que me produjo que mi tercer álbum no se comprendiera bien", señaló Seal. "En el libreto del anterior puse poemas que me habían enviado por correo electrónico. Prefiero hacer eso, porque prefiero contar cosas mías a poner las letras de las canciones que, al fin y al cabo, se pueden encontrar en Internet".

El cantante británico Seal, ayer, en Madrid.
El cantante británico Seal, ayer, en Madrid.EFE

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