La juez concluye el sumario de los 'crímenes del naipe'

La juez de instrucción número 10 de Madrid, María Antonia de Torres, ha dado por finalizada la investigación judicial del caso del asesino del naipe y ha remitido el sumario a la Audiencia Provincial de Madrid para que fije la fecha del juicio contra Alfredo Galán, presunto autor de los crímenes. La magistrada, pues, ha decidido no ordenar a la policía ninguna investigación para intentar identificar a los dos cabeza rapadas que, según la última versión de Galán, fueron los autores de los crímenes.

Según informaron fuentes jurídicas, la juez ha dictado un auto en el que dispone la conclusión del sumario y acuerda rechazar todas las pruebas solicitadas por la defensa y por una de las acusaciones particulares personadas en la causa. En concreto, estas pruebas consistían en el análisis de ADN que se pudiera extraer de una colilla de cigarillo, de la marca Rex, encontrada en la vivienda en la que el 24 de enero pasado fue asesinado Juan Francisco Ledesma, portero del número 89 de la calle de Alonso Cano (Chamberí).

Asimismo, ordena que se remita el expediente a la Audiencia madrileña, junto a los objetos intervenidos durante la instrucción, y emplaza a las partes a que acudan al juzgado en el plazo de 10 días. De este modo, una vez en la Audiencia Provincial, ésta podría determinar la fecha de la vista oral contra Galán.

La juez adopta esta decisión a pesar de que el pasado día 10, en una declaración solicitada voluntariamente por Galán, el presunto asesino del naipe se desdijo de su inicial autoinculpación e imputó los crímenes a dos rapados que le habían amenazado para que se entregara.

Declaración

Galán se entregó a la policía de Puertollano (Ciudad Real) el pasado 3 de julio asegurando ser el verdadero asesino del naipe. Tras prestar declaración tanto en Ciudad Real como en Madrid, la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de la capital dictó auto de procesamiento contra él imputándole seis asesinatos consumados y otros tres en grado de tentativa.

Por su parte, la juez de Puertollano ordenó el ingreso de Galán en la prisión de máxima seguridad de Herrera de La Mancha horas después de que éste se autoconfesase. Días después fue trasladado a la madrileña de Soto del Real, donde permanece desde entonces sometido a un régimen de especial protección para evitar agresiones a otros reclusos, así como autolesiones.

A punto de que se cumplan los tres meses de instrucción del caso, la juez ha decidido cerrar el sumario y no practicar ninguna prueba más para que sea la Audiencia Provincial la que enjuicie a Alfredo Galán, un ex militar de 26 años que estuvo prestando servicio en Bosnia. Según declaró él mismo, allí fue donde adquirió la pistola Tokarev empleada en los crímenes, si bien en su última comparecencia aseguró que había vendido esta arma a un conocido, cuya identidad no ha facilitado.