"Estoy alucinada, la gente me reconoce por la calle"
El sacrificio ha valido la pena. Amaya Valdemoro (Alcobendas, Madrid, 1976), renunció a jugar su cuarta temporada en la mejor liga del mundo, la WNBA, que ya ha ganado tres veces con las Comets de Houston y para la que era reclamada por las Liberty de Nueva York, para volcarse en la consecución de su sueño con la selección española. Lo ha visto cumplido: medalla de bronce en el Europeo y clasificación para los Juegos Olímpicos.
Pregunta. España estuvo en Barcelona 92 pero es la primera vez que se clasifica para unos Juegos. ¿Se siente una pionera?
Respuesta. Es el primero que me lo pregunta. No me he puesto a pensarlo. Estoy muy orgullosa de lo que hemos conseguido y alucinada al comprobar cómo hemos enganchado a la gente. De las jugadoras en activo, tal vez era yo la más conocidilla. Pero ahora, esto se ha multiplicado por diez. Desde que hemos regresado de competir en Grecia no paro. Todo el mundo me reconoce por la calle. No esperaba esta repercusión.
P. Será por el impacto de sus remontadas.
R. El tirón de los chicos, con su medalla de plata en Suecia, se ha notado. Nosotras empezamos muy fuerte y la gente fue enganchándose. Me han dicho que seguían hasta los partidos que se daban en diferido, de madrugada. Pero somos un equipo que engancha por que somos agresivas y lo damos todo en la pista. Hemos logrado victorias cuando todo el mundo pensaba ya que estábamos condenadas a perder. Nos hemos impuesto a base de carácter y de saber rectificar errores sobre la marcha.
P. Además han concluido con el buen sabor que deja ganar el último partido.
R. Es curioso. Los chicos ganaron medalla de plata pero acabaron un poco tristes. Sin embargo, nosotras disfrutamos más el bronce que las rusas, que han ganado la medalla de oro.
P. ¿Ha sido una pequeña revancha por su desafortunado final de Liga con el Ros Casares?
R. Fue un poco duro perder in extremis contra el Barça después de que yo fallara dos tiros libres y de que me pitaran falta intencionada al final del último partido. Estuve muy tocada durante dos semanas. Pero en el Europeo hemos jugado de cine y he olvidado mis penas.
P. Cuentan que, en su caso, no es sólo un tópico que no le gusta perder ni al parchís.
R. Mis compañeras se ríen de mí porque ellas juegan muchas veces a las cartas y yo no me añado, simplemente, porque no se me da bien y no quiero perder.
P. Han pasado momentos muy difíciles. ¿Cuando lo vieron más negro?
R. Ante Serbia, en cuartos de final, cuando perdíamos por 12 puntos mediado el partido. Teníamos el miedo en el cuerpo. Si perdíamos se iba todo al traste. Pero el entrenador nos dijo en el descanso que no habíamos trabajado tanto para echarlo todo por la borda ante un equipo que no era superior a nosotras.
P. Eso lo diría a voz en grito.
R. No. Vicente Rodríguez controla muy bien sus estados de ánimo. Nos lo dijo con tranquilidad. Sólo nos comentó que saliéramos a jugar como sabemos y a defender como lo habíamos hecho en otros partidos. Con eso, y un par de ajustes tácticos, cambió el panorama. Hemos demostrado que no nos arrugamos en los partidos difíciles, que somos ganadoras natas.
P. Califique a sus compañeras. Laura Camps.
R. Jugadora de equipo, como pocas. Es muy fría, hace mucho trabajo sucio, del que no se ve pero que nosotras notamos mucho.
P. Rosi Sánchez.
R. La mejor tiradora de todos los tiempos. Muy fría. Da calma a las demás.
P. Laia Palau.
R. Es la bomba. Es Navarro pero en femenino. Tiene mucho talento, sobre todo en ataque.
P. Paula Seguí.
R. Tiene un gran futuro y un físico increíble. Puede llegar muy lejos.
P. Marta Fernández.
R. Un monstruo. Es buenísima físicamente. Hay muy pocas como ella.
P. Núria Martínez.
R. Va a ser la base de futuro de la selección y va a dar muchas alegrías. Controla muy bien el balón, defiende duro y a la vez es muy ofensiva.
P. Begoña García.
R. Completa. Lo hace todo bien: ataca, defiende, dirige.
P. Ingrid Pons.
R. Es una todoterreno. Saca un provecho increíble de su físico, es una gran atleta, capaz de pegarse con jugadoras más altas que ella y que pesan 20 kilos más.
P. Marina Ferragut.
R. Es una de las mejores cuatro del baloncesto español y con el mejor tiro que he visto.
P. Elisabeth Cebrián.
R. La más grande. No hay palabras. Es una buenísima capitana, persona y compañera. Y una jugadora impresionante.
P. Lucila Pascua.
R. Ni ella misma sabe el futuro que tiene. Cuando se dé cuenta sacará tres veces más provecho de su enorme calidad.
P. Amaya Valdemoro.
R. No me defino. Sólo que soy una ganadora.
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