Barcelona exporta su modelo a Estambul
El Ayuntamiento dirige la rehabilitación de dos barrios de la ciudad turca
Son casas de dos o tres pisos, la mayoría de madera. Se alinean a lo largo de calles de piedra en los barrios de Fener y Balat, en el distrito de Fathi, en el centro histórico de Estambul, pero muchas de ellas se caen. Los barrios fueron declarados Patrimonio de la Humanidad y la Unión Europea (UE) convocó un concurso para rehabilitarlos. El Ayuntamiento de Barcelona se presentó a la convocatoria y la ganó, junto con la consultora británica IMC.
El papel de Barcelona en los foros internacionales de ciudades y la experiencia de la rehabilitación de Ciutat Vella son dos factores que influyeron en la elección por parte de la UE.
El proyecto de rehabilitación lo presentaron Fomento de Ciutat Vella y la empresa británica. Además de la recuperación de unos 200 inmuebles, también prevé la reforma y puesta al día de un mercado y la construcción de un centro para desarrollar un programa de atención social, dirigido especialmente a las mujeres. También se quiere impulsar un sistema de recogida de basura. El programa está financiado con 10 millones de euros. Siete los aporta la UE, y los restantes, la autoridad local de Estambul.
Fener y Balat son dos barrios agradables ubicados frente al denominado Cuerno de Oro, con calles de ligera pendiente que acaban asomándose al mar de Mármara, y relativamente cerca de lo que fue el palacio de Blanquerna, que tomaron los almogávares a principios del siglo XIV.
Veinte mil personas viven en la zona del centro. En su origen fue judía y todavía quedan vestigios de sinagogas. Siguió siendo una colonia hebrea hasta mediados del siglo pasado, cuando los judíos fueron expulsados por el expeditivo método de arrasar sus casas.
Se trata de una zona humilde pero no degradada. La ropa tendida cuelga de lado a lado de las calles y es frecuente ver mujeres completamente cubiertas.
Escollo
Ayer se paseaban por sus calles los responsables de Fomento de Ciutat Vella y los de la ingeniería británica IMC junto con el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el del distrito de Fathi, Esref Albayrak. Por su parte, el primer teniente de alcalde de Barcelona, Xavier Casas, celebró ayer una reunión en el Ministerio de Cultura para asesorar a la Administración turca en materia de planificación urbana y gestión de patrimonio.
La declaración de la Unesco de Patrimonio de la Humanidad, que afecta a prácticamente 700 de los 1.000 edificios que conforman los dos barrios, ha sido uno de los escollos de la rehabilitación puesto que es el Ministerio de Cultura, situado en Ankara, la institución que tiene capacidad de decisión. Al tratarse de una zona altamente protegida, el ministerio no permitía ningún tipo de intervención, lo que ha contribuido a la conservación del barrio pero también a la degradación de las viviendas.
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