Romero, baja por picadura de víbora

Una víbora mandó a Enrique Romero a la grada. Lo que empezó como una broma acabó el viernes con el lateral izquierdo del Deportivo hospitalizado en una clínica de Pamplona, donde su equipo juega hoy contra Osasuna. Ayer, el jerezano reapareció en el hotel de concentración del equipo con la mano izquierda vendada hasta el antebrazo y el gesto risueño después del susto.

Romero sufrió una mordedura de una víbora que sus compañeros habían recogido en la pista del aeropuerto de Noain, en la capital navarra. La picadura, en un dedo, le provocó una reacción alérgica en la mano, y el jugador tuvo que pasar la noche en el hospital sometido a observación médica. Ayer a las diez de la mañana le dieron el alta.

Todo comenzó entre risas y chistes en la pista del aeropuerto. Tras desembarcar, un grupo de jugadores que caminaba hacia la terminal descubrió una pequeña víbora, de apenas 15 centímetros de longitud. El hallazgo arrancó la reacción festiva de los futbolistas, que entre carcajadas formaron un corrillo alrededor del ofidio. El utillero del equipo, Jesús Méndez, asió a la víbora por la cola, y el grupo se la llevó, a modo de mascota, hacia la terminal. En medio de las bromas y las carcajadas, Romero se acercó al animal, que le mordió en una mano.

La picadura le provocó una reacción alérgica. El jefe de los servicios médicos del Deportivo, César Cobián, intentó frenar el efecto del veneno con un antistamínico pero fue en vano. Una vez en el hotel se decidió trasladar al jugador al Hospital Clínico de Pamplona. Cobián prefirió que el defensa pasase la noche en el hospital en prevención de que la alergia pudiese ir a más.

El cuerpo técnico del conjunto gallego esperaba poder contra con el jugador, tras el tratamiento. Pero no contaron con el efecto de la mordedura, que dejó a Romero fuera de la convocatoria.