Aguirre acusa al "trasnochado" Simancas de cultivar el "rencor"

"Rancio", "anticuado", "trasnochado", "nostálgico del maoísmo", aficionado a "cultivar el resentimiento y el rencor...". Así ve Esperanza Aguirre, candidata del PP a la Asamblea de Madrid, a su "adversario" socialista, Rafael Simancas, a quien evitó ayer citar por su nombre. Aguirre tampoco tiene buena opinión de IU. Lo ve "muy lejos de las posturas moderadas de la transición" y "dispuesta a romper la Constitución".

Esperanza Aguirre aprovechó ayer un acto con Mariano Rajoy, el nuevo líder de su partido, en la sede central del PP para exponer a qué obedeció, en su opinión, la crisis de la Asamblea de Madrid, y qué puede ocurrir el próximo 26 de octubre, cuando se repitan las elecciones.

Lo ocurrido, según la candidata del PP, se resume en una frase: "Las ansias desaforadas del PSOE por alcanzar el poder y el presupuesto le llevaron a buscar alianzas, primero con todas las familias que malviven dentro de la FSM, y después con IU". El problema, a su juicio, es que esa "suma de intereses tan dispares no fue posible". Argumentó que "querer unir a socialdemócratas moderados con marxistas radicales que aún recuerdan con nostalgia el maoísmo era una empresa demasiado complicada", además de "una estafa manifiesta a un buen número de sus electores". El resultado, según Aguirre, es que "esa empresa fracasó por la inconsistencia de un proyecto que quería mezclar ideologías muy diferentes con el único reclamo de conseguir usufructuar el poder".

Después vino la crisis en la Asamblea de Madrid, en la que, según la candidata del PP, su partido se vio "en la situación kafkiana de defender su inocencia". Y ahora se acercan las elecciones.

Para ellas, el PSOE, en opinión de Aguirre, "busca apoyarse en lo más rancio y en lo más anticuado de unas políticas que ya han fracasado allí donde se han aplicado". Aseguró, sin nombrarle, que el PSOE que encarna Simancas no representa tanto a los socialdemócratas moderados" como a los que "aún recuerdan con nostalgia el maoísmo". Aseguró que su "adversario" utiliza un "lenguaje más propio de los años treinta del siglo pasado o de países muy lejanos". Es decir, comparó las posiciones de Simancas con las del Frente Popular o, siempre sin citarle, quizá las del socialismo cubano.Y apoyó esa crítica en "la deriva hacia posturas radicales y trasnochadas del PSOE, que le ha llevado a presentarse en coalición con una IU que está navegando hacia posturas muy lejanas a la moderación".

Aún más, afirmó que el "adversario" que competirá con ella en Madrid está formado por una "coalición" con dos elementos: "Un PSOE que cultiva el resentimiento y el rencor como principales ejes de su campaña y una Izquierda Unida muy lejos de las posturas moderadas del PCE de la transición que hoy está, junto al Plan Ibarretxe, dispuesta a romper la Constitución".

Aguirre mantiene, además, que sólo está dispuesta a aceptar un debate de campaña si la "coalición trasnochada" elige quién será su portavoz: o Rafael Simancas o Fausto Fernández, y luego explicita cuál de los dos programas aplicará si gana, y cuál será el reparto de poder entre ambos.