La Mina critica la lentitud de la reforma del barrio comparada con las obras del Fòrum
El consorcio de administraciones señala que ya se ven las mejoras en las calles y en la rambla
La Mina (Sant Adrià de Besòs) desconfia de la lentitud con que se lleva a cabo la reforma urbanística del barrio, justo cuando, a pocos metros, se observa cómo las obras del vecino Fòrum 2004 avanzan a buen ritmo. El primer tramo de la nueva rambla de La Mina se acabará en un mes, pero en el seno de la plataforma que agrupa a 23 entidades del barrio arrecian las críticas contra las administraciones representadas en el consorcio que debe reformar el barrio por entender que si en vísperas del Fòrum se aprecian pocos cambios, cuando acaben los fastos puede haber "parón" en La Mina.
El plan de reforma de La Mina incluye actuaciones urbanísticas, socioeconómicas y de seguridad ciudadana. Dotado con 72 millones de euros aportados por los cuatro organismos del consorcio (ayuntamientos de Sant Adrià y Barcelona, Generalitat y Diputación) y creado para reformar el barrio, su fecha de caducidad es el año 2010. Los proyectos tienen por objeto reordenar y esponjar el barrio con el derribo de bloques y la construcción de 750 nuevas viviendas; mejorar las conexiones con el entorno -Barcelona y Sant Adrià- para acabar con su aislamiento físico, que contribuye a su aislamiento social y a su estigmatización; la erradicación de la delincuencia organizada, y la inserción laboral en un medio con elevado índice de paro.
Hay coincidencia en que el clima de consenso alcanzado entre las cuatro instituciones es alto comparado con el de etapas anteriores. De ahí que las entidades sociales de La Mina esperasen mejoras inmediatas en ámbitos como el de la limpieza viaria y la seguridad ciudadana que, a juicio de los vecinos, tardan demasiado en llegar.
Patrullas conjuntas
Joan Batlle, gerente del consorcio, observa la realidad con más optimismo. Batlle señala que el Proyecto de Reforma Interior se aprobó en noviembre de 2002 y que ya se vislumbran mejoras en las calles y en la rambla, que se acabarán en octubre. Batlle destaca que los ciudadanos de La Mina han recuperado las calles y salen con más tranquilidad que antes gracias a la presencia de los Mossos d'Esquadra. Para ilustrar la coordinación entre la policía autonómica y la Guardia Urbana de Sant Adrià, Batlle dice que ambos cuerpos patrullan conjuntamente, aunque admite que no hay tantos coches policiales circulando por las calles como durante los dos primeros meses de la llegada de la policía autonómica. Esta disminución en el número de coches la atribuye Batlle, precisamente, a que la situación se ha normalizado.
En cambio, las entidades sociales no lo ven así y acusan a los mossos de relajarse, lo que se traduce, según estas fuentes, en el rebrote de comportamientos delictivos allí donde habían disminuido a la llegada de los agentes.
En materia de limpieza, los vecinos lamentan que se notara poco el plan de choque del verano. En muchas esquinas se amontonan muebles y trastos que parecen llevar allí semanas. Las quejas apuntan a la concesionaria del servicio de limpieza, pero es el elevado nivel de incivismo el que constribuye a la imagen de suciedad de las calles.
De las viviendas de nueva construcción que se levantarán en la Nueva Mina y de los 750 pisos que se construirán en los terrenos donde actualmente hay 44 empresas, cuyo traslado se está empezando a negociar, no se verán señales hasta finales de 2004 o principios de 2005. Batlle afirma que ahora se están "vistiendo las calles y los equipamientos y en 2005 les tocará el turno a las viviendas". La escuela de primaria y el instituto de enseñanza media serán derribados para que se pueda prolongar la rambla.
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