A Cartagena se le escapa el éxito
Lo mejor que hizo la novillada de Fuente Ymbro fue en el caballo. Bravito el primero, entregado y estiloso el segundo y empleados los otros dos, fue conjunto de buen nivel en varas. Casi de nota. Distintos fueron a partir de entonces. Ninguno respondió con absoluta entrega en la muleta. Los dos primeros no la tuvieron, aunque tampoco fueron de dificultades insalvables. El cuarto comenzó incómodo y desarrolló mal. Protestón, cara alta, acabó buscando al torero. El que cerró plaza fue muy manejable.
La primera faena de Paco Ramos fue muy trabajada. Una labor a destajo que no tuvo brillo. Su segundo se lo puso difícil y la faena resultó una lucha desigual. Ni el novillo consiguió desquiciar a Ramos, ni éste logró imponerse: empate. La voluntad de Javier Perea en el segundo estuvo por encima de cualquier otra virtud y al último no lo entendió. Andy Cartagena echó por la borda una gran actuación. Una combinación de lo clásico, lo puro y lo popular, malograda a la hora de matar.
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