"Si tiene el día, el Madrid es imparable"

Había una cita concertada de antemano, pero al final dio igual. Juande Ramos (25 de septiembre de 1954; Pedro Muñoz,Ciudad Real) tenía prisa. Tal vez por eso se mostró seco y arisco con el periodista, sin conceder un gesto cordial ni siquiera a la hora del saludo.

Ayer, un día antes de enfrentarse esta noche al Real Madrid, el rival ante el que "no es necesario trabajar la motivación" porque todos buscan la gloria frente a él, al técnico del Málaga lo que le tenía inquieto era la semifinal de la Copa Davis de tenis entre España y Argentina. No quería perderse el partido de dobles, que podría ser resolutorio, entre Àlex Corretja y Albert Costa, por un lado, y Lucas Arnold y Agustín Calleri, por otro.

"La actitud no puede faltar nunca. A partir de ahí, también hay que tener acierto"

"Si en 14 años que llevo sólo me han echado una vez, es para sentirse orgulloso"

Así que, de pie y muy acelerado, entre los coches y con la gente alrededor, junto al aparcamiento del estadio de La Rosaleda, el ex entrenador del Rayo Vallecano, el Betis y el Espanyol se esforzó de veras por quitarse cuanto antes de encima la entrevista. Apenas concedió cinco minutos.

Pregunta. ¿Qué partidos ha escogido para estudiar a este Madrid?

Respuesta. Al Madrid le conocemos perfectamente. Lo vemos cada semana, en las televisiones, y no he analizado ningún encuentro determinado.

P. Lo que se ha visto últimamente es como para asustarse, ¿no?

R. Hombre, es un equipo que, ofensivamente sobre todo, tiene jugadores de un altísimo nivel. Si tienen el día afortunado, son imparables.

P. ¿Cómo hay que jugarle?

R. En ese aspecto, los conjuntos modestos, los que tenemos un nivel inferior al suyo, hacemos lo que podemos. O lo que nos dejan. Nuestra intención es salir al ataque, pisar el campo contrario. Otra cosa es que podamos hacerlo o nos dejen.

P. ¿Es la actitud el arma principal?

R. Ésa no puede faltar nunca. Y a partir de ahí, el tener acierto.

P. ¿Ése puede ser precisamente el pecado del Madrid? Igual que al Málaga este partido, el hecho de enfrentarse a él, le excita más que ninguno, lo cierto es que al Madrid le motivan más otros.

R. Eso es normal en el fútbol. Sobre todo, en el fútbol profesional. Para el Madrid, me imagino, un partido de la Liga de Campeones será superimportante. O, por ejemplo, jugar contra el Barcelona. Cuando juega contra otro tipo de equipo, no lo es tanto para ellos.

P. ¿Cree que el Madrid, fuera de su campo, baja en su rendimiento?

R. El Bernabéu, para ellos, es vital. Jugar ante su público, en su casa y con una alfombra por terreno de juego... Allí tiene todo tipo de facilidades. Pero La Rosaleda puede ser otra cosa.

P. Si se tuviera que quedar con un solo futbolista del Madrid, ¿con cuál de todos se quedaría?

R. Tendría que coger a once o doce.

P. ¿Cómo se justifica que el Málaga, de golpe, haya vaciado su plantilla de los mejores jugadores?

R. En estos momentos, en los clubes, que son sociedades anónimas deportivas, manda el tema económico. La entidad ha decidido apostar por una austeridad y los jugadores más importantes o los que tenían las fichas más elevadas han desaparecido. Los refuerzos han venido de la cantera. Se trata de gente joven y con proyección de futuro.

P. ¿Qué ha tenido que ver usted con esa decisión?

R. Nada. Ha sido una decisión tomada única y exclusivamente por el consejo de administración.

P. ¿Y qué le parece lo que se ha encontrado?

R. Bueno, estamos trabajando tanto con el equipo b como con el juvenil, que vienen de hacer temporadas excelentes. Estos jugadores necesitan una formación en la Primera División y, poco a poco, se les irá dando.

P. ¿Siente cerca la sombra de Joaquín Peiró, su predecesor en el banquillo del cuadro blanquiazul, al que incluso llevó a la Copa de la UEFA?

R. No cabe duda de que durante el tiempo que ha estado aquí lo ha hecho muy bien.

P. ¿Un problema para su sucesor?

R. No; a mí eso no me dice nada. Peiró lo ha hecho fenomenal, lo reconozco, y ya está.

P. ¿Cómo está usted después de salir de mala manera de su última aventura, la temporada pasada, en el Espanyol?

R. Eso sucedió hace un año y no tiene nada que ver con el Málaga ni con mi estado de ánimo. Está olvidado.

P. ¿Cree que hizo mella en su currículo?

R. El que a un entrenador le despidan de un equipo entra dentro de lo normal. Así es esta profesión. Si en 14 años que llevo sólo me han echado una vez, es para estar orgulloso.

P. No trabajó cómodo. Al menos, eso decía usted. ¿Aquí se siente cómodo?

R. Oiga, estamos en el Málaga. Pregúnteme por el Málaga.

P. Pues... eso. ¿Aquí se siente cómodo después de sus últimas experiencias, en las que se quejaba tanto?

R. Claro. El Málaga no tiene nada que ver con lo de antes. Aquí estamos trabajando de forma fenomenal.

P. ¿Cómo le sentaría que Carlos Queiroz, el técnico del Madrid, dijera quién es Juande Ramos?

R. No lo sé. Como no la ha dicho, no lo sé.

P. Póngase en la piel de Fernando Vázquez, el del Valladolid, al que sí que le ha ocurrido eso.

R. Pregúnteselo a Vázquez. Lo que me pregunta no tiene sentido. A mí, hábleme del Málaga.

P. ¿Quién es Queiroz para usted?

R. El entrenador del Madrid.

P. ¿Qué características cree que tiene?

R. Es que no he entrenado con él. No lo sé.

P. ¿Y por lo que ha visto de su Madrid? ¿Ha encontrado alguna novedad táctica interesante con respecto a los cursos pasados?

R. Yo veo al Málaga. El Madrid... No lo sé.

P. Ya, pero es su próximo rival. Y antes dijo que no necesitaba estudiarlo porque lo veía todas las semanas.

R. Sí, claro.

P. ¿Y no le ha visto ninguna novedad?

R. Pero esas cosas, públicamente, no se pueden decir.

P. ¿Le verá, al menos, más ofensivo?

R. Sí, es superofensivo.

P. ¿Y eso es una ventaja o un inconveniente para el Málaga?

R. El Madrid es un contrario al que es muy difícil jugarle.

P. Sin Makelele, es más débil defensivamente que antes. ¿Una situación sobre la que hurgar?

R. Yo estoy en mi equipo. No sé si el Madrid va a echar de menos a Makelele.

P. ¿Y en el Málaga, de todos lo que se han ido, a quién echa más de menos?

R. No lo sé. Yo no estaba el año pasado. No sé quién era bueno el año pasado. Yo sé de este año.

P. ¿Y quién le tiene más satisfecho de los actuales?

R. Defensivamente, en conjunto, el equipo está trabajando muy bien.

P. ¿Y quién le tiene más insatisfecho ofensivamente?

R. En general. Hay que mejorar colectivamente.