Artistas reivindicados
Resulta reconfortante que Barcelona se acuerde, al menos una vez al año, de los artistes de barret, que hacen de muchas de sus arterias más turísticas su centro de actividad. Que la Mercè los ratifique es como si les dieran una merecida carta de nobleza. Los que ha invitado el Ayuntamiento de Barcelona -procedentes de lugares como, ayer por la mañana, Francia, Alemania y Argentina- simplemente se suman a los que habitan las calles de las ciudades catalanas. La única diferencia es que cuentan con medios institucionales, o sea, una tarima y un equipo de sonido, y con un espacio, la plaza del Rei, que es casi un teatro natural.
La primera de las actuaciones se anunciaba para las 12.30 de la mañana del sábado. Diez minutos antes, la plaza ya se veía llena, y fue llenándose más y más a lo largo de las dos horas de actuaciones matutinas con un público formado mayoritariamente por adultos, aunque los niños ocuparan los lugares preeminentes próximos al escenario y recibieran un trato especial de los artistas. Empezaron los alemanes de Bk Cie con una acción de hermanamiento del público. Les siguió Marienetta, artista argentina que, aunque simpática, apenas logró sorprender al público con su arte malabar.
El colofón lo pusieron los italianos del Tony Clifton Circus, quienes, entre sus números más o menos absurdamente crueles, presentaban el de la Barbie a la que mutilan. Es un humor políticamente incorrectísimo que, por lo menos, tuvo la virtud de despertar al público del letargo en que lo habían sumido los anteriores grupos.
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