Detenidos un menor y su novia por la muerte de un peruano en San Blas

Un menor, de 17 años, y su novia han sido detenidos como presuntos autores de la muerte de Francisco Quezada Ramírez, un peruano de 49 años. Los hechos ocurrieron el 9 de julio en el número 9 de la calle de Julia García Boután (San Blas). A partir de una discusión por causas sin aclarar, el joven arrestado golpeó a la víctima en la cara con el casco de su moto. Quezada, que llevaba sólo 50 días en España, sufrió un traumatismo craneoencefálico que, tras cuatro días de coma, le causó la muerte.

Los familiares de la víctima relataron a EL PAÍS el pasado 14 de julio que el día de los hechos Quezada estaba tomando unos refrescos con sus dos hermanos delante de una tienda de frutos secos en la calle de Julia García Boután. De repente, siempre según su versión, cuatro jóvenes montados en dos motocicletas se subieron a la acera y comenzaron a dar vueltas y a hacer ruido con el acelerador de los vehículos. Los tres peruanos les llamaron la atención y, siempre siguiendo su relato, uno de los jóvenes que iba de paquete, sin bajarse del vehículo, le estampó a Quezada un casco de moto en la cara.

"Le dio tan fuerte que le hundió el pómulo y Francisco quedó todo ensangrentado", describió un hermano. Los motoristas huyeron, Quezada cayó al suelo y fue trasladado por el Samur al hospital Ramón y Cajal, donde falleció tras cuatro días en coma.

"Insultan a inmigrantes"

Los familiares del inmigrante culparon entonces de la agresión a un grupo de jóvenes españoles "que insultan y tiran cosas a los latinoamericanos del barrio". "En Las Musas les conoce todo el mundo porque son muy violentos. Hay un chino dueño de una tienda de frutos secos al que tienen atemorizado", añadían.

Quezada estaba soltero y trabajaba en Zaragoza en el sector de la construcción, aunque los fines de semana se trasladaba a Madrid para pasarlos con sus hermanos.

La versión ofrecida por los presuntos autores de los hechos al Grupo de Menores de la Policía (Grume) es bien distinta. Ellos aseguran que se encontraban en un parque próximo a la calle de Julia García Boután cuando decidieron acercarse a la tienda de frutos secos. El menor detenido y su novia se adelantaron en una moto y detrás fueron, a pie, los otros cinco amigos.

Según la declaración de estos menores, al llegar al establecimiento se encontraron con los tres peruanos borrachos y sentados en la acera. Aseguran que uno de ellos se puso a orinar, por lo que uno de los jóvenes le increpó diciéndole que no debía de hacerlo delante de una señorita.

Se inició una discusión, y siempre según el testimonio de los presuntos implicados, Quezada rompió una botella de cerveza que tenía en la mano para agredir con el casco al menor que le había afeado su conducta. Añaden, asimismo, que el joven, al verse amenazado, cogió un casco de moto y golpeó al inmigrante en la cabeza.

El Grupo V de Homicidios, encargado de la investigación, localizó a un testigo que dio pistas sobre el ciclomotor del supuesto autor de la agresión: era de color negro, marca Aprilia y de pequeña cilindrada, ya que las placas de la matrícula eran amarillas. Facilitó también dos dígitos de la matrícula. A través de gestiones en la Dirección General de Tráfico y en la fábrica de la motocicleta, los agentes dieron con cuatro ciudadanos que poseían motos de esas características. Finalmente llegaron a uno de ellos con un hijo de 17 años que era quien solía conducir el vehículo.

A través de la vigilancia del sospechoso, los policías comprobaron que su novia tenía el aspecto descrito por el testigo de los hechos. También observaron que la motocicleta buscada había sido pintada de blanco, presumiblemente para evitar que fuera reconocida. El presunto autor fue detenido y trasladado a las dependencias que el Grume tiene en Entrevías (Puente de Vallecas). Posteriormente fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores. Este homicidio hizo el número 65 de las muertes violentas acaecidas desde comienzos de este año. Ahora van ya 81.