_
_
_
_
Crónica:FÚTBOL | Liga de Campeones
Crónica
Texto informativo con interpretación

Tsartas castiga la dejadez del Depor

El equipo de Irureta se recrea en su superioridad y se queda sin victoria a cinco minutos del final

Xosé Hermida

Entre alambres de espino y muros de ladrillo desconchado, entre el flamear de las bengalas y el clamor incansable de la afición del AEK, el Deportivo soñó con una noche plácida, otra cómoda victoria para prolongar en Europa la racha de la Liga. El Pandiani omnipresente de estos días emergió muy pronto y tendió la alfombra roja sobre la que se instaló el Depor. El cuadro de Irureta se declaró ganador con todo el choque por delante ante un equipo que no aparecía. Pero no se sabe cómo los griegos siempre acaban apareciendo. Y cabalgando sobre la autocomplacencia del Depor, el AEK le robó la victoria a última hora.

Irureta no deja traslucir muchas emociones durante los partidos, pero seguro que anoche le recorrió cierta satisfacción interior cuando Pandiani agujereó el choque en plenos inicios. El gol cargó de razones su decisión de prescindir de Tristán en contra de las apuestas que circulaban en la víspera. Y además el cabezazo del uruguayo volvió a ser justo en el lugar donde el entrenador le pide que lance la caña, en el primer palo. Hubo, eso sí, cierta contribución del portero griego, que no supo medir el lanzamiento de córner de Víctor y salió a lo tonto dejando el hueco para el testarazo del uruguayo, que anda sobrado, especialmente con la cabeza, su principal recurso rematador. Era el cuarto gol consecutivo de Pandiani en los cuatro últimos partidos. Y el tercero de cabeza. Si alguien añora los santillanas y los zamoranos, ya tiene quien le complazca el gusto.

AEK DE ATENAS 1 - DEPORTIVO 1

AEK de Atenas: Hiotis; Borbokis, Kostenoglou, Kapsis (Moras m. 19), Kreek (Nalitzis m. 80); Georgeas, Katsouranis, Zagorakis; Tsartas, Okkas; y Liberopoulos (Ivic m.63).

Deportivo: Molina; Héctor, Naybet, Andrade, Romero; Sergio (Duscher m. 66), Mauro Silva; Víctor, Valerón, Luque (Tristán m. 70); y Pandiani (Scaloni m.77).

Goles: 0-1. M. 12. Córner que saca Víctor y cabecea Pandiani en el primer palo. 1-1. M. 85. Remate raso y cruzado de Tsartas que entre por entre las piernas de Molina.

Árbitro: Michael Mc Curry, escocés. Amonestó a Liberopoulos, Sergio, Héctor, Tsartas y Okkas.

18.000 espectadores en el Apostolos Nikolaidis.

Más información
Nihat despierta a la Real

El Deportivo se había metido el choque en la mochila desde el primer minuto. Fue una cuestión de calidad, por supuesto, un factor que establecía diferencias siderales entre los dos equipos, pero también de la actitud resuelta con que el grupo de Irureta agarró el partido. Porque el inmaculado arranque de temporada del Deportivo no se explica sólo con la voracidad de Pandiani. Quien busque claves interpretativas haría bien en fijarse en la defensa, que tantos problemas había ocasionado al equipo en las dos últimas temporadas y que se ha beneficiado de un lucido proceso de reformas. Mucho tiene que ver con la recuperación de Andrade, a quien las lesiones enterraron la pasada campaña y que tan pronto ha podido seguir el ritmo de los demás está confirmando todo lo bueno que se hablaba de él, un central rápido, ágil y con un sentido de la anticipación muy aguzado. La ligereza de movimientos de Andrade y la ya conocida solvencia de Molina, otro que jugó muy poco el curso pasado, han proporcionado al equipo una seguridad nueva y ese efecto se ha expandido a todas las líneas. Como confía más en su defensa, Irureta la tira más hacia arriba, sobre todo en los partidos como visitante, en los que el Depor tendía a acurrucarse al calorcito del área. Los resultados son claros: más dominio del juego y más fluidez para llegar arriba. Una actitud más abierta, en suma.

Todo eso volvió a quedar claro anoche en Atenas. El Depor tuvo el partido donde quiso antes y después del gol. Danzó con la pelota ante un AEK extraviado y por momentos hasta se recreó. Daba la impresión de que la victoria sería una pura cuestión de voluntad. En cuanto se lo propusiese, el Deportivo daría pasaporte a los griegos, una sensación reforzada por la debilidad del rival, un equipo animoso, como su hinchada, con un par de chicos rapidillos y poco más. ¿Tsartas?. Bueno, entre siesta y siesta le sale algún pase bastante majo. Pero nadie la va a bajar el sueldo porque su clase está muy por encima del resto. Y con un simple apunte, cuando ya se la daba por desaparecido, acabó sacando a su equipo del hoyo.

El Depor no acabó de rematar el partido, un defecto que le sale esporádicamente, como si en ocasiones se quedase sin apetito y prefiriese languidecer manoseando el juego. Si algo tienen los griegos es que siempre acaban apareciendo cuando menos razones hay para esperar su visita. Sin descorazonarse por la exhibición de rango de su rival, el AEK hizo todo lo contrario que el Deportivo. Nunca dejó de apretar por muy estéril que fuese su intento. Y como quien no quiere la cosa acabó por meter en problemas al Deportivo a partir del arranque de la segunda parte. No se puede decir que el cuadro de Irureta no fuese advertido. Primero Okkas y luego Ivic se derritieron ante Molina. Pero Tsartas, con toda su desidia, es otra cosa. El ex sevillista resolvió con las luces del choque a punto de apagarse, y la inmensa voracidad de Pandiani acabó estropeándose por la inapetencia de los demás.

Pandiani, en el momento de marcar el primer gol del partido.
Pandiani, en el momento de marcar el primer gol del partido.ASSOCIATED PRESS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_