El presidente del Supremo rechaza la reforma de la Constitución y critica 'el plan Ibarretxe'

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Francisco José Hernando, utilizó su discurso de apertura del Año Judicial ante el rey Juan Carlos para rechazar una reforma de la Constitución y la "sustitución del orden jurídico por un poder de hecho", en alusión a las propuestas del plan Ibarretxe, aunque tales pretensiones se revistan con un "ropaje de apariencia democrática". El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, se felicitó por la ilegalización de Batasuna y glosó las reformas impulsadas por el ministro de Justicia, José María Michavila, presente en el acto.

Con las "alforjas llenas de ilusión" para el nuevo año judicial,Francisco José Hernando leyó durante casi una hora un discurso abstruso y plúmbeo de homenaje a los primeros 25 años de la Constitución, que por momentos adquirió tonos de arenga en la que llamó a los responsables públicos y judiciales a "no asistir impasibles, como meros espectadores, a la sustitución del orden jurídico por el puro poder de hecho".

Hernando definió la Constitución como un instrumento en el que han tenido "cabida y desarrollo todos los hombres y mujeres de paz de nuestro país durante 25 años" y "bajo cuyo paraguas hemos podido conocer un cuarto de siglo de concordia y paz inéditos en nuestro pasado histórico".

Ese "reinado de concordia" ha creado, según dijo, "un substrato idóneo para la consolidación de un tejido económico" con el que se han afrontado "tiempos de crisis en situación de ventaja" respecto a países de nuestro entorno. A partir de ahí, Hernando arremetió contra los que propugnan una reforma constitucional. "Nuestra patria", dijo, "ha llegado a ocupar un lugar verdaderamente destacado entre las naciones del mundo. Resulta por eso cada vez más injustificado que por algunos se estime ya llegado el tiempo de poner fin a esta situación; acaso incluso llega a parecer que esos intentos se realicen aprovechando el hito cronológico que dentro de tres meses nos disponemos a colocar", agregó en referencia al 25 aniversario de la Constitución.

Renunciar a imponer

En una posible alusión al PSC y las propuestas de Pasqual Maragall, el presidente del Supremo advirtió: "Hasta aquellos partidos más decididamente favorables al orden constitucional erigido por nuestra Norma Suprema, a la que hoy rindo franca devoción, podrían hallar representaciones de nuestra sociedad que serían aparentemente bastantes para separar a unos de otros". "Pero los españoles", prosiguió, "hemos sabido renunciar a todo eso; renunciar a separar en dos a las Españas; renunciar a imponer a los demás una determinada concepción de la sociedad y renunciar a modificar los planteamientos políticos a través del miedo...."

En otro momento, Hernando proclamó la "coactividad" de las reglas del Derecho y reclamó un poder que las lleve a efecto "incluso en la eventualidad de que surja resistencia en alguno de los afectados", lo que sonó como un mensaje al presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, por su resistencia a disolver al antiguo grupo parlamentario de Batasuna.

En su discurso, Hernando también abogó por que se otorgue al juez un "correcto nivel de ingresos", que permita que "no esté más preocupado, por decirlo de manera gráfica, de llegar a fin de mes que de administrar justicia".

Por último, obvió parte de los resultados de la última encuesta con usuarios de la Justicia, que suspenden a ésta con una puntuación de 4,9 y culpan al Gobierno de la lentitud de los procesos, y prefirió fijarse en el dato de que "siete de cada 10 personas que han acudido a la Justicia volvería a hacerlo de nuevo".

El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, se felicitó por el proceso de la Ley de Partidos que ha conducido a la ilegalización de Batasuna, y proclamó la "satisfacción institucional" del Ministerio Fiscal por " el deber cumplido". "La Constitución no ampara ofertas electorales insensibles al sufrimiento de las víctimas del terrorismo", agregó. Cardenal destacó el importante incremento de detenciones y procesos judiciales contra terroristas, que atribuyó a los "saludables efectos de la euroorden".

Después, glosó las reformas legislativas impulsadas por Justicia. Destacó la del estatuto del Ministerio Fiscal, se mostró optimista respecto al funcionamiento de los juicios rápidos y subrayó que España ha sido uno de los Estados pioneros en la cooperación internacional. Entre sus preocupaciones, Cardenal subrayó el incremento del delito de violencia doméstica, y dijo que suscribe plenamente el criterio de integrarlo en el Código Penal junto a los delitos de tortura y contra la integridad moral.