La plantilla de Altadis en España y Francia se paraliza hoy en contra de los cierres

Los trabajadores de las 15 fábricas de tabaco que tiene Altadis en España y Francia han convocado para hoy un paro de 24 horas en protesta por el plan industrial anunciado por la empresa. Los empleados de las plantas españolas amenazadas de cierre (Sevilla, Tarragona y parte de la de Cádiz) se echarán a la calle para intentar frenar los planes de la compañía, que pasan por eliminar 743 empleos en las instalaciones españolas y 533 en Francia. Altadis, resultado de la fusión de Tabacalera y la firma francesa Seita, prevé ahorrarse con este recorte 70 millones de euros anuales.

Si se culmina el cierre de centros, Altadis tendrá 10 factorías (cinco en España y cinco en Francia) y 19.400 empleados.Desde el pasado 23 de julio, fecha en que Altadis anunció su nuevo plan industrial, los trabajadores de las tres fábricas españolas afectadas se movilizan casi a diario. La propuesta de la empresa pasa por prejubilar a todos los empleados que hayan cumplido 53 años en 2005 (54 personas en Sevilla, 99 en Cádiz y 78 en Tarragona), mientras que al resto (179 de la planta sevillana, 87 de la de Cádiz y 172 de la catalana) les ofrecerá una baja incentivada o el traslado a Alicante o Logroño.

"Dicen que no es una medida traumática", subraya la presidenta del comité de empresa de Sevilla, Josefa Medrano, "pero son despidos encubiertos, porque la mayoría somos mujeres con una edad media de 47 años, hijos adolescentes y padres mayores a los que cuidar". "Y ahora nos mandan a Alicante, a 609 kilómetros de Sevilla. Y si no, al paro. A ver si eso no es traumático", advierte.

Según la dirección de la compañía, este ajuste es la continuación del expediente de regulación de empleo que aplicó entre 2000 y 2002 y que supuso el cierre seis plantas españolas. El día en que anunció su plan industrial, la dirección de Altadis justificó el ajuste en "el descenso en el consumo de tabaco", "una competencia cada vez más fuerte" y el "sobredimensionamiento de la capacidad de producción" del grupo. Los resultados de la compañía en el primer semestre del año dejan, sin embargo, un beneficio neto de 220,1 millones de euros, un 8% más que en el mismo periodo de 2002. Aunque el descenso en la venta de cigarrillos negros (el 19,1% en Francia y el 8,2% en España) ratifica, según la empresa, la necesidad de poner en marcha su plan.

Para los trabajadores, no obstante, los resultados positivos del primer semestre convierten en "inexplicable" y "mezquina" la decisión de la empresa, según la presidenta del comité de empresa de la planta sevillana. Los gobiernos locales y autonómicos se han posicionado también en contra del cierre. El pleno del Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado con el apoyo de todos los grupos políticos una moción en la que rechazan el cierre y se comprometen a no permitir "ninguna actuación especulativa" en los suelos de la factoría.

La fábrica de Sevilla, la más antigua del mundo, ocupa 40.000 metros cuadrados junto al río Guadalquivir y constituye el único suelo privado que hay en esa zona, por lo que desde el Ayuntamiento y la Junta se ha apuntado a las intenciones especulativas como uno de los principales alicientes de la empresa para decidir el cierre de las instalaciones.