El cante se va de viaje

"¡Rancapino, te van a echar de España!". Eso le gritó La Juana a su marido, el cantaor gitano-gaditano-japonés Rancapino, cuando el hombre acababa de grabar su particular versión del Bésame mucho en los estudios La Kaleta de Cádiz. El cantaor, entrañable íntimo de juergas de Camarón, había sudado lo suyo peleando con la fonética: "¡Isidro", le dijo al productor, Isidro Sanlúcar, "esto de síbala a síbala es mú difícil!".

Es sólo una de las 10 historias que han vivido 10 artistas flamencos, jóvenes y veteranos, de bronce y no, durante los últimos meses, en cinco estudios de grabación diferentes, mientras montaban un disco sorprendente, divertido a ratos, cálido otras, titulado Territorio flamenco, que mañana sale a la venta.

El disco contiene 10 versiones jondas de 10 clásicos de la música popular. Por orden de aparición, y del uno al diez, el equipo es éste: José Mercé aborda El breve espacio en que no está, la balada de Pablo Milanés, con sus habituales suficiencia y saber. Diego Carrasco hace suyo el Hello Dolly, traduciéndolo a su peculiarísimo soniquete de Jerez: Qué tal Dolly, en adaptación de (¡sí, es él!) Augusto Algueró.

'Nostalgias'

La tercera es Estrella Morente, que borda muy despacito Nostalgias, ese pedazo de inspiración del desamor tanguero de Cadicamo y Cobián. Ángele, una de las cinco hijas -la de 15 años- del guitarrista Tomatito, es el premio al artista revelación del gupo y hace con salero almeriense la versión hispana del Every breath you take, de Sting y Police. Su nuevo título: Me recordarás.

El corte cinco es para el ínclito Rancapino, que se duele con su voz de cazalla (y se jalea a sí mismo con un "ole" espectacular en mitad de la canción) con el ya citado Bésame mucho, de Consuelo Velázquez. Luego, La Susi aplica su compás endiablado a Roxanne, otro pelotazo de Police, aquí en espléndida letra española, puro 'rimel' and blues, de Javier Ruibal.

La número siete es para otro muy valiente: el catalán Miguel Poveda, que se atreve con el Cuesta abajo de Gardel-Le Pera y se desmarca a base de sentimiento de la marchosa versión que suele hacer Chano Lobato.

Después regresa la mejor cara de Remedios Amaya, en un sentido homenaje a Lola Flores y La Paquera, con un gran ejemplar de Maldigo tus ojos verdes. Raza y poderío. La gran dama Carmen Linares, siempre atenta al momento poético, mata dos pájaros de un solo tiro preciso y doliente con el noveno tema: al cantar Se equivocó la paloma celebra de paso el centenario de Alberti. Y cierra la selección internacional de flamencos Arcángel, aventajado y sutil cantaor de Huelva, que hace tan maravillosamente La bien pagá que dejaría conforme al propio Miguel de Molina

Según Diego A. Manrique, el disco derrocha sensibilidad, audacia y sabiduría, y demuestra que el mundo es un pañuelo y que está en vías de extinción el quimérico modelo del creador incontaminado, "excepto que se trate de un artista genuinamente ermitaño".

Para José Manuel Gamboa, el otro crítico que escribe los textos del libreto: "Se puede cantar diferente, pero no mejor. Así dicen nuestros flamencos de ahora las melodías del mundo, para el mundo. Cantan de cine, en alta definición y tecnicolor".