_
_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Reformar la ONU

El sistema internacional construido sobre las Naciones Unidas está en crisis, no sólo por la división interna provocada por la guerra de Irak, sino porque una buena parte del mundo considera que su centro de gravedad, el Consejo de Seguridad, no es ya representativo de la realidad geopolítica, y ha perdido legitimidad con la crisis de Irak. No puede ser más correcto el diagnóstico de su secretario general, Kofi Annan, quien entiende que en asuntos internacionales "no hay sustitución para la legitimidad". El informe que ha presentado insta a una reforma en profundidad de la "arquitectura" de las instituciones internacionales y del Consejo de Seguridad. De otro modo, esta organización perderá relevancia, un término que ya usara Bush para que el Consejo se plegara a sus deseos, pero al que Annan le da la vuelta: el órgano central de la ONU ha de "volver a ganarse la confianza de los Estados y de la opinión pública mundial".

Las medidas palabras de Annan son una incitación a la reflexión, primero, y posteriormente, a la reforma, para ampliar y cambiar el funcionamiento del Consejo de Seguridad, aunque el secretario general se guarda, por el momento, de señalar cómo o a qué países afectaría, piedra sobre la que han chocado diversos intentos de reforma hasta la fecha.

España perdería posibilidades con tal ampliación, pero importa más la reforma que es ya urgente. La Asamblea General debería entrar de lleno en ella este mes. Puede ser una forma de atraer a EE UU hacia la ONU, aunque no se trate de dar más poder a Washington, que debe demostrar que es capaz de compartirlo, entre otras razones, porque solo ya no puede, como se demuestra en Irak. Si la ONU no recupera eficacia y legitimidad, se puede cumplir la advertencia de Annan de un regreso al unilateralismo.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Annan también advierte contra la tendencia de algunos países a centrarse en la lucha contra el terrorismo internacional, fenómeno que para el secretario general no es nuevo, aunque se alimente del contexto global. "Para muchos en el planeta, la pobreza, las privaciones y la guerra civil son la máxima prioridad", y por eso insiste en la necesidad de cumplir los objetivos de desarrollo y lucha contra la pobreza fijados para 2015. Si no se logra, también la ONU y la actual arquitectura internacional perderán relevancia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_