Barrera sortea lo mejor

El mejor lote de una corrida escasa de fuerza y raza fue para Vicente Barrera. Fueron dos toros nobles, en el límite de las fuerzas del quinto, pero dos astados también muy nobles. Repetidor el tercero, aunque acabara agotado, sirvió para que Barrera montara una faena de buen concepto, pero faena al fin y al cabo, de dientes de sierra. En el quinto, toro sin clase pero muy obediente, Barrera se centró más y la faena pareció mejor estructurada.

Sin entrega, medio recorrido y escaso de fuerzas, el tercero sólo dejó a Manzanares crear una faena de medios pases, sin perder nunca el empaque. Noble el sexto, fue ideal para que Manzanares se recreara con la mano izquierda. Una labor corta pero con mucho sabor.

Los dos toros que sorteó Joselito resultaron incómodos. No imposibles, desde luego. Algo gazapón el primero e incierto el cuarto, desaconsejaron a Joselito un exceso de confianza. Precavido en uno y con poca convicción en el otro, también siempre frío, pasó por la plaza casi de puntillas.