"Todos damos por sentado que Raúl tiene que jugar siempre"
Por una vez, al seleccionador español, Iñaki Sáez (Bilbao, 1943), se le conoció una respuesta malsonante. Ante la delicada situación de la selección, con la clasificación para la fase final de la Eurocopa en el aire, le dijeron que si su puesto corría peligro y contestó que esas preguntas se la "traían floja". Ayer, tras la convincente victoria de su equipo ante Portugal, al técnico no sólo se le veía tranquilo, sino hasta eufórico.
Pregunta. ¿Ya respira después de una semana agitada?
Respuesta. Lo que ví, me ha compensado por dentro, me ha devuelto la confianza en el equipo. Se me ha arreglado la pérdida de credibilidad.
P. ¿Tan nervioso estaba como para acudir por primera vez a una respuesta malsonante?
"Xabi Alonso tiene que mejorar su juego de cabeza y su trabajo de robar balones, pero tiene otras cosas galácticas"
"Valerón concibe el fútbol con la elegancia de un Zidane, pero físicamente no es un superdotado"
"Fernando Torres debe cambiar el chip de hacerlo todo a la máxima potencia"
R. Yo no me pongo nervioso, pero sí soy un poco actor. No me pronuncié contra nadie, porque acepto las críticas, pero quise dejar claro, y por eso puse una expresión fuerte, que estoy más preocupado por el futuro de la selección que por el mío. Pero ni se me vio nervioso ni se me verá.
P. ¿Asume que no lograr la clasificación sería un fracaso?
R. O no. Argentina, un país que futbolísticamente puede dar lecciones, renovó a Marcelo Bielsa. ¿Por qué? Porque se valora el trabajo. El problema es si los que lo tienen que valorar son los medios de comunicación, que siempre estarán por los cambios, porque venden más. Pero no es justo que toda la lectura sea "como no se ha clasificado, puerta". Hay que analizar más. Me encomendaron una misión, que igual alguno ya ha olvidado, de rejuvenecer el equipo y construir una selección de futuro. Hasta un día determinado, todo iba bien. Pero perdimos una vez y empezaron las críticas. Ahora clasificarnos nos cuesta, y lo que cuesta es lo que vale. Esto nos puede servir para ver las orejas al lobo. No sólo yo, sino los jugadores. Porque su actitud cambió de forma radical ante Portugal.
P. ¿Cuál fue su actitud ante Grecia e Irlanda del Norte?
R. Es que junio es un mes tradicionalmente malo para España. Física y mentalmente. Se decidía la Liga, la Champions, llevaban mucha carga. Y sólo hemos fallado en ese mes, dos partidos seguidos en cuatro días.
P. Sí, pero la desconfianza repentina estaba dentro de la propia selección.
R. Sí, fue como si ya no creyéramos en nosotros mismos. Por eso, era importante un buen resultado frente a Portugal. Ante un rival grande hay que jugar un partido grande. En cambio, una derrota nos habría dejado malparados. Y eso, en el fondo, porque sólo quedan los resultados y no analizamos. Porque no pensamos que Grecia marcó su gol en la única ocasión que tuvo, que nosotros tuvimos más, que jugamos muy bien la primera media hora. Y que sí, que estuvimos poco frescos cara al gol.
P. ¿Se arrepiente de no haber llevado entonces al Niño?
R. Hombre, visto después, igual uno se arrepiente, igual habría cambiado muchas cosas. Pero tuvimos mala suerte, ya se olvida de que Xabi Alonso y Guti se lesionaron...
P. Y de que llamó a Morientes, que no jugaba en su equipo.
R. Pues sí. Pero Morientes había jugado algunos segundos tiempos con el Madrid. Es el típico jugador al que no quieres perder, con el que hay que tener un tacto especial para tenerlo enganchado siempre. Me pareció un momento adecuado para decirle que contaba con él. Las decisiones de un seleccionador no son A, B y C.
P. Lo que si debería ser A, B y C es que Raúl, Valerón y Torres pudieran jugar juntos.
R. Estoy en total desacuerdo. Pero no por cabezón. Igual hay momentos en los que pueden jugar juntos, pero sólo si te sientes muy superior al rival. Ante rivales mejores, a Valerón le prefiero cuando los rivales están un poco cansados. Hasta ahora ha funcionado bien así. En cambio, cuando probé a Valerón, a la manera de Zidane en el Madrid, para que jugara junto a Raúl y Tristán, no salió bien.
P. ¿Y si prueba con un centro del campo en rombo, con Xabi Alonso de único pivote?
R. Es que yo en el rombo no creo. O no creo demasiado para jugar contra equipos grandes. Lo veo como un riesgo. Y los riesgos los corro contra equipos pequeños. A Xabi Alonso tampoco le puedes dejar solo. Ni ponerle tan atrás, porque perdemos cosas buenas que tiene en ataque.
P. ¿España ya ha dado con el medio centro que buscaba desde que Guardiola se hizo mayor?
R. Xabi Alonso tiene muchas cosas buenas. Orienta el juego de un lado para otro con facilidad, a pesar de ser tan grande; no tiene ningún problema en el desplazamiento de la pelota, ni en corto ni en largo, ni atrás ni adelante. Tiene que mejorar su juego de cabeza, su trabajo de robar balones, pero tiene otras cosas galácticas. Se va haciendo más completo cada día.
P. Usted dijo que cuando subiera a Torres sería para siempre.
R. Es lo lógico. Una vez que llega a la selección absoluta y se gana el puesto, es muy difícil volver atrás. Además, no es recomendable. Porque él mismo, sin querer, se sentiría suspendido.
P. ¿Cómo le ve de los defectos que le atribuía? Las recepciones de espaldas, la coordinación...
R. Va bien. Está poniendo más cuidado en que no se le escape la pelota. Enseguida, en cuanto controla, piensa en el siguiente pase, porque es ahí donde le dan. Ya intenta darla a la primera y buscar un desmarque. Pero sigue teniendo cosas que modificar. Ayer, por ejemplo, le vimos en una jugada que se escapa de dos con su gran zancada y al tercer golpeo se le escapa. Es decir, que hay veces que tiene que andar con la zancada a tope, pero otras, para la conducción, que tiene que andar con pasos más cortitos. Cambiar el chip de hacerlo todo a la máxima potencia. Y en la coordinación, le quiere pegar tan fuerte que a veces le salen tiros raros. Pero cuando está encima de la pelota y le pega con todo el empeine, le salen unos plastazos enormes. Tiene 19 años.
P. Ayer estuvo algo tímido para lo que es normal en él.
R. El primer día es como el sarampión, que hay que pasarlo. La primera vez, uno entra en el vestuario del primer equipo acojonado. Me voy a encontrar con unas figuras de la leche... Pues qué hago, me cojo la última percha, el último sitio, y luego, a medida que voy ganando grados, me voy metiendo. Es lo normal.
P. ¿Por qué no le dieron un balón a la carrera?
R. Los compañeros saben que ése es su fuerte y alguna vez lo intentaron. Desde luego, los pivotes sabían que tenían que tener en cuenta el pase al chaval, buscarle. Pero era el primer partido. Poco a poco le irán conociendo mejor.
P. ¿España gana de verdad con su irrupción?
R. No es que gane demasiado. Gana en una forma definida de jugar. No es lo mismo que juegue Tristán a que juegue él. Tristán viene más a recoger la pelota, técnicamente la maneja mejor. Torres es más explosivo, más peleas. Necesita otro tipo de balón. Lo que gana España es versatilidad. Y lo importante es tener jugadores como Raúl o Valerón, capaces de jugar para unos y para otros, que lo entienden todo.
P. El pase de Valerón parece el ideal para explotar a Torres.
R. Mi idea es que Torres hubiera jugado 60 minutos, que hubiera trabajado 15 con Valerón. Para verles juntos. Pero ya se sabe cómo es Couto.
P. ¿Raúl, pase por el momento que pase, es insustituible?
R. Sí, porque es muy inteligente. Sabe lo que hay que hacer en cada momento, tiene soluciones para todo. Pero muy rápidas. Igual le cuesta coger la forma, pero todos damos por sentado que tiene que jugar siempre. Es el canalizador, todos le respetan y todos saben lo que es. Es el carácter de ganador. Todo lo que juega lo considera bajo el prisma de ganar. Y además gozando.
P. Justo lo que le falta a Valerón.
R. Valerón es así. Concibe el fútbol con la elegancia de un Zidane y desarrolla muchas cosas cuando está bien, pero físicamente no es un superdotado. Es un jugador de momentos.
P. ¿No le gustaría alguna vez verle cabreado por no jugar?
R. Sí, pero eso se lleva dentro. Y no se le puede cambiar.
P. ¿Ya se ha bajado de su apuesta personal, Raúl Bravo?
R. Es que ya sólo nos queda un año para la Eurocopa y tenemos que tener las cosas definidas. Ya no me puedo arriesgar más a que no le pongan. Habiéndose quedado en el Madrid,
y estando Roberto Carlos, me temo que va a tener pocas oportunidades. Esperaremos a mejor ocasión, porque yo no desisto, pero ahora tenemos que encontrar un lateral izquierdo o dos que me asuman con garantías el puesto.
P. ¿Y de central le ve?
R. Le va a ampliar conocimientos y el oficio. Pero no creo que pueda ser un central definitivo.
P. ¿Es Puyol, que ya ha pasado por todos los puestos de la defensa, la solución de la banda izquierda?
R. Puede. Ante Portugal jugó con fuerza, comiéndose al contrario, apabullando. Y encima tirándose para arriba.
P. El problema de España es que no encuentra centrales.
R. Bueno, ya van apareciendo. Tenemos varios en cartera. No son santos de la devoción de muchos, pero a mí sí me gustan. El primer tiempo de Juanito y Marchena fue bueno, tuvieron a raya a los portugueses.
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