"La época de un solo 'sponsor' potente ha pasado"
Enrique Franco es el presidente de Unipublic, la empresa publicitaria que lleva organizando la Vuelta durante 25 ediciones.
Pregunta. La Vuelta llega en un momento de crisis de patrocinadores del ciclismo español. ¿Es también una Vuelta en crisis?
Respuesta. No, en absoluto. La Vuelta goza de muy buena salud. Una salud que me gustaría transmitir a los equipos. Y tengo fe. Dios aprieta, pero no ahoga. Estoy seguro de que habrá dos nuevos sponsors que sustituyan a ONCE y Banesto, que lo dejan, aunque, claro, no con su calidad.
P. Sin embargo, la Vuelta ha perdido a su patrocinador principal, Telefónica, y, a falta de otro grande, ha tenido que dividir el Gran Premio entre cuatro más pequeños. ¿No es eso un síntoma de crisis?
R. No, no... Era una idea que teníamos desde hace años, pero no podíamos llevarla a la práctica porque había un único patrocinador. Al retirarse Telefónica, hemos hecho como el Tour: uno para el jersey oro, otro para las pancartas, otro para el podio... Y entre los cuatro ingresamos más dinero que con Telefónica. Y por ahí tienen que ir los tiros entre los equipos. Hacia una sponsorización a la italiana. La época de un solo sponsor potente ha acabado. Hay que hacer como Kelme, Euskaltel o Relax, que cuentan con una firma comercial y, además, un apoyo institucional de diputaciones, gobiernos autónomos o ayuntamientos.
P. Tiene tantos pequeños sponsors la Vuelta que parece que todo el que quiera entrar en el ciclismo lo tiene que hacer a través de Unipublic, con lo que, en el fondo, hacen la competencia a los equipos que no logran patrocinadores.
R. Antes al contrario. Nosotros ayudamos a los equipos a buscar sponsors y, si, por ejemplo, alguno pensaba que podía atar a Correos, tiene que saber dos cosas: primero, que la inversión de Correos en la Vuelta no daría para un equipo; segundo, que es un anunciante de toda la vida. En todo caso, son los equipos los que se llevan a patrocinadores que Unipublic trajo, como Kelme o la ONCE.
P. En cuanto a participación, sí que parece que va a ser un año de crisis. No hay grandes figuras mundiales y ni siquiera están todos los mejores españoles... ¿Es una tendencia preocupante?
R. Más que una tendencia, es una casualidad. Mientras sólo corra el Tour, nadie más podrá contar con Armstrong. Y hasta última hora pensábamos que iba a venir Ullrich. De todas formas, hay buenos corredores extranjeros; no tan conocidos, pero pueden revelarse aquí. Me duele más, en todo caso, la ausencia de algunos españoles. La de Beloki, que se cayó en el Tour, está justificadísima, pero no así las de Mayo o Zubeldia. Sobre todo, la del segundo. No tiene excusa. Me siento traicionado. Hay un convenio que nos obliga a dejar participar a todos los equipos españoles y ellos se comprometen a traer a sus figuras. Tiene que haber un cambio si no queremos que el Tour engulla a todas las carreras.
P. En 2005 se instaurará la Liga de Oro, en la que los mejores 18 equipos mundiales se comprometerán a llevar a sus mejores corredores a las mejores carreras.
R. Yo le pondría algunos reparos. Con ese sistema acabaríamos con los equipos pequeños, que no tendrían hueco en las grandes carreras, y con las carreras pequeñas, a las que no acudirían los grandes corredores. Y eso es matar a la gallina de los huevos de oro.
P. Los equipos pedirían compartir los derechos de televisión.
R. Pero, si sumamos los derechos del Tour, el Giro y la Vuelta y se los repartimos a los 18 equipos, apenas tendrían para nada... La Vuelta ingresa 3,6 millones de euros por televisión, el Giro otro tanto y el Tour bastante más. De ellos nos tendríamos que quedar los organizadores un 50%, qué menos. El resto, repartido, les daría 300.000 euros o así, cantidad que a ellos no les salva el presupuesto y a nosotros nos causa un gran perjuicio. Hay que buscar otras fórmulas: un tope salarial, huecos publicitarios durante las transmisiones.
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