ICV advierte a Siurana de que abandonará el gobierno en Lleida si mantiene su oferta a ERC

El Ayuntamiento de Lleida vive desde hace una semana una situación caótica. Las negociaciones del PSC con Esquerra han disgustado enormemente a Iniciativa, el socio de gobierno de los socialistas en las últimas tres legislaturas. El portavoz de esta formación y teniente de alcalde, Francesc Pané, dijo ayer que su grupo abandonará el equipo de gobierno si el alcalde, el socialista Antoni Siurana, mantiene la oferta a los republicanos en los mismos términos. Los militantes de Esquerra aprobaron el jueves el documento presentado por el PSC y se niegan a rebajarlo.

Todo es confusión en el consistorio leridano desde que Siurana decidió pactar con ERC a espaldas de Iniciativa con el fin de acabar con la situación de minoría con la que gobierna desde el pasado julio (PSC e ICV suman 13 votos, frente a los 14 de los restantes tres grupos municipales). Con la incorporación de los tres ediles republicanos, el socialista se aseguraría una mayoría estable para el que posiblemente será su último mandato.

Pero Siurana ha hecho una oferta a ERC sin pactarla antes con ICV, que incluye la segunda tenencia de alcaldía y responsabilidades en Cultura, ahora en manos de los ecosocialistas. Pero si la iniciativa ha servido para aproximar posturas que parecían irreconciliables entre socialistas y republicanos, la forma de hacerlo ha conseguido distanciar a ICV.

Las tres fuerzas coinciden en la necesidad de llegar a un acuerdo que permita conformar una mayoría progresista y estable en el consistorio. Sin embargo, el documento socialista que sienta las bases para un pacto con ERC sólo ha contribuido a crear un nuevo elemento distorsionador, que para muchos ciudadanos tienen más de sainete que de ejercicio responsable de la política.

Pané dijo ayer que si los socialistas no rectifican y presentan una nueva propuesta de pacto no acudirá a nuevas reuniones a tres bandas como la celebrada el jueves, que sólo sirvió para constatar el nivel de malestar de Iniciativa. "Si el PSC y ERC acaban pactando a partir del documento que han negociado a nuestras espaldas, entraremos en un camino de difícil retorno y es evidente que no podríamos seguir en el gobierno. No se puede ofrecer a otro aquello que es nuestro, y lo que está firmado obliga a las dos partes", manifestó Pané, que califica el documento de "inaceptable e ilegítimo". Si ICV retirara su apoyo a Siurana, este se encontraría con ERC en la misma situación que ahora, es decir, con 13 votos y a falta de uno para la mayoría.

Pané exige que se inicie un nuevo proceso de negociaciones entre los tres partidos de izquierdas "con transparencia y generosidad". La asamblea de militantes de ERC aprobó el jueves por mayoría aceptar el documento presentado por los socialistas y reanudar las negociaciones para incorporarse al gobierno municipal siempre que las mismas no supongan una rebaja de la oferta realizada, lo cual debe interpretarse como que no piensa renunciar a la segunda tenencia de alcaldía, que lleva asociada la cartera de Cultura, actualmente en manos de ICV, y a las concejalías de Comercio y Derechos Civiles, o a desempeñar un nivel de responsabilidad equivalente.

El portavoz republicano, Xavier Sáez, afirmó que comprende el disgusto de ICV y que en este momento no prevé ninguna otra posibilidad que no pase por un acuerdo de gobierno tripartito que incluya a la formación ecosocialista. Por su parte, el representante del grupo socialista en las negociaciones, Lluís Pere Alonso, ha querido rebajar la tensión analizando con cautela la nueva situación creada: "Entiendo que ICV pueda estar un poco molesta porque no ha formado parte de esta negociación bilateral con ERC, pero pienso que era necesario hacerlo así para acercar posturas con este grupo", señaló el concejal.