Visiones del pueblo marino

La fuente de inspiración permanente que supone el mar para las distintas generaciones de artistas gallegos es el eje central de la muestra con la que el Museo del Mar de Vigo abre un novedoso proyecto que incluye dos exposiciones, un ciclo de literatura y un certamen de artes plásticas. De esta forma, la institución intenta rendir homenaje al inevitable protagonista en las obras de los creadores de una tierra que tiene siempre puesta su mirada sobre el océano. El propio museo, inaugurado el pasado año, está ubicado a la orilla del mar y ha sido reconstruido sobre las ruinas de una antigua conservera.

La obra de Joseph Conrad El espejo del mar da título a una exposición que hace un recorrido por los principales nombres y tendencias del arte gallego desde finales del siglo XIX hasta 1980 y que está dividida en paquetes temáticos que agrupan obras con paisajes marinos, gentes y oficios del mar y las concepciones tenebrosa e idílica del océano. Las más de trescientas obras que han sido reunidas para la ocasión -en su mayoría pinturas- nos permiten contemplar el mar desde todas las perspectivas posibles y asistir a la evolución del arte gallego en los dos últimos siglos.

El primer apartado temático nos ofrece contrastes tan evidentes como las visiones luminosas de las rías, pintadas a principios de siglo por Francisco Lloréns, enfrentadas al mar tenebroso y poblado de seres inverosímiles que surgió varias décadas más tarde en las obras de Urbano Lugrís. Los paisajes de playas, acantilados y olas que pintaron artistas como Arturo Souto o Castelao en las primeras décadas del siglo XX son mostrados junto a obras de Luis Seoane, el artista que rompió con los tópicos que marcaban al arte gallego.

El mar aparece en muchas de estas obras como un ser con vida propia cuyos estados de ánimo se reflejan en la aparición de nieblas, tormentas, barcos, aldeas, cruces...

, todos ellos elementos de la iconografía gallega que ya forman parte del alma y la tradición popular y que simbolizan las alegrías y sufrimientos de las gentes que viven en la orilla.

El conjunto de obras agrupadas en el apartado El mar tenebroso inciden en el aspecto siniestro al que siempre ha estado vinculado el océano para los gallegos. Los retratos -como el magnífico Retablo de viúdas pintado por Laxeiro- y la reproducción de naufragios son temas habituales en los artistas gallegos a lo largo del pasado siglo. Como contrapunto a este lado oscuro del mar, la muestra incluye también un conjunto de exvotos de distintas épocas que consisten casi siempre en reproducciones a pequeña escala de los barcos que lograron salvarse de un naufragio. Su valor artístico no es muy alto, pero son una muestra más de la capacidad del mar para inspirar la creación plástica.

Los últimos días de la exposición -que estará abierta hasta el 19 de octubre- coincidirán con un ciclo de conferencias, con el mar como telón de fondo, que reunirá a escritores como Alfredo Bryce Echenique, José Manuel Caballero Bonald, Manuel Rivas y Manuel Vicent. A mediados de noviembre, el Museo del Mar de Vigo completará su recorrido por el universo marino con la exposición Miradas oceánicas, en la que artistas contemporáneos españoles y extranjeros ofrecerán un panorama de las nuevas visiones del arte sobre el mar.