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BALONCESTO | Comienza el Campeonato de Europa

Por el oro, más que nunca

España parte entre los favoritos al título aunque Herreros advierte de que contar con Gasol no garantiza siquiera una medalla

Robert Álvarez

La palabra oro flotó en el ambiente y, al final, se pronunció de tapadillo, como quien no quiere la cosa, durante la comparecencia de ayer de la selección española de baloncesto, en bloque, ante la prensa en un hotel de Sodertalje. En esta ciudad, de 80.000 habitantes y 35 kilómetros al sur de Estocolmo, empieza hoy el Campeonato de Europa de baloncesto, una competición en la que España, en 68 años y 32 ediciones, no ha logrado jamás el título.

El equipo que dirige Moncho López presenta credenciales muy interesantes, pero entre sus componentes prevalece el criterio de que es mejor no mojarse cuando se les pide que calibren la posibilidad de alcanzar un triunfo en cuyas puertas se ha quedado España en cuatro ocasiones: 1935, 1973, 1983 y 1999. El seleccionador, que debuta en un gran campeonato tras haber relevado a Javier Imbroda mediada la fase de clasificación, pregona la enorme igualdad que se prevé entre los conjuntos punteros -Alemania, Francia, Turquía, Grecia o Lituania- y matiza que, pese al montón de bajas que sufre, sigue pensando que Serbia, vigente campeón europeo y mundial, está un peldaño por encima del resto.

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Algunos jugadores son más osados, como Pau Gasol, quien, pese a poner de manifiesto que subir al podio ya sería "extraordinario", sentencia: "Todos temerán enfrentarse a nosotros. No considero a ningún equipo superior al español; al menos, de momento". A su vez, Ernesto Segura de Luna situó el listón con el que la federación que preside daría por cumplida la misión: obtener la clasificación para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. El torneo otorga tres plazas, aparte de las ya que ya tienen adjudicadas Grecia, como anfitriona, y Serbia, como campeona del mundo.

Alberto Herreros, que, a sus 34 años, ha recuperado la capitanía en un equipo en el que había renunciado a ser incluido durante los dos últimos cursos, mantiene que el actual es el mejor de todos en los que ha estado. Sin embargo, recela del clima de euforia que se respira. "Me preocupa el ambiente externo. No por tener a Gasol nos van a dar una medalla", avisó antes de advertir de que no cambiaría al pívot del Memphis Grizzlies por ninguna de las otras estrellas que competirán en la cita sueca, incluidos el alemán Nowitzki y el serbio Stojakovic.

Serbia, que ha copado cinco de los últimos siete títulos europeos, continúa siendo el rival de referencia a pesar de las renuncias de Bodiroga y Divac, que se han tomado una temporada sabática; del prometedor Milicic, elegido por el Detroit Pistons en la segunda posición del último draft de la NBA y que ha preferido dedicar el verano a sacarse el permiso de conducir, y otros jugadores tan relevantes como Tomasevic, Cabarkapa, Rebraca o Radmanovic.

López ha reunido un plantel de jugadores jóvenes, con talento y curtidos como Navarro o Felipe Reyes, tipos que no han cejado en la progresión de sus brillantes carreras como De la Fuente, Jiménez o Garbajosa, nuevos que apuntan alto como Calderón, Grimau y Bueno y un par de veteranos que apuntalan el cuadro como Herreros o Alfonso Reyes. Y, por encima de todo y todos, el factor diferencial respecto a selecciones pretéritas, Gasol, un jugador franquicia como nunca había tenido España. Es la hora de las exigencias máximas para un baloncesto con la mejor Liga fuera de la NBA y que este año, con los éxitos del Barcelona y el Pamesa, ha copado las dos grandes competiciones europeas.

Al trazar el camino hacia las eliminatorias finales, hay que tener muy en cuenta que el primero de cada grupo se clasificará directamente para los cuartos de final mientras que el segundo y el tercero deberán jugar un cruce en los octavos. La diferencia sustancial es que el segundo disputará el partido en Sodertalje mientras que el tercero tendrá que desplazarse en la noche del próximo domingo para medirse el lunes al segundo del Grupo D en Boras, ciudad situada a más de 400 kilómetros de Sodertalje.

Las bajas y las renuncias han afectado al equipo. Con Raúl López, que empieza por fin a jugar con el Utah Jazz después de la terrible lesión que sufrió hace más de un año en un partido amistoso con la selección, y con Dueñas, que mantiene su decisión de no sobrecargar su maltrecha espalda, López habría pertrechado mejor las posiciones en las que España puede tener más problemas, la del base y la del pívot. Gasol ejerce bajo los aros, pero la presencia de Dueñas daría al conjunto más recursos y altura. La falta de centímetros, constató, es uno de los puntos débiles. "En cambio, el grupo, la compensación entre las líneas y las rotaciones de calidad, aspecto por el que tal vez se habla de la mejor selección de todos los tiempos, son nuestros puntos más fuertes", afirmó el seleccionador nacional.

Gasol, marcado por Bueno durante un entrenamiento de la selección española.
Gasol, marcado por Bueno durante un entrenamiento de la selección española.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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