La NBA también juega
Gasol, el alemán Nowitzki, el serbio Stojakovic, el ruso Kirilenko, el francés de origen belga Parker o el turco Turkoglu, líderes de sus selecciones
Europa se ha convertido en una mina para la Liga norteamericana de baloncesto (NBA). Uno de sus consuelos es que al menos cada septiembre sus jugadores se reencuentran con sus selecciones y se convierten en sus banderines de enganche. Así va a ocurrir en el Campeonato de Europa. Los mejores equipos gravitan sobre aquéllos con un hueco en la mejor competición. Pau Gasol, el alemán Dirk Nowitzki, el serbio Predrag Stojakovic, el ruso Andrei Kirilenko, el francés de origen belga Tony Parker o el turco Hidayet Turkoglu son las cabezas de un cartel que cuenta con otros muchos nba, como los serbios Marko Jaric (Los Ángeles Clippers) y Predrag Drobnjak (Seattle Supersonics), el croata Gordan Giricek (Orlando Magics), el griego Jake Tsakalidis (Phoenix Suns), el esloveno Bostjan Nachbar (Houston Rockets), el turco Mhemet Okur (Detroit Pistons) o el francés Tariq Abdul-Wahad (Dallas Mavericks).
GASOL (España, 23 años)
Memphis Grizzlies: pívot, 2,15 metros y 103 kilos
A diferencia de lo que sucedió en el Mundial de 2002, en Estados Unidos, en el que arrastraba una lesión en una mano, Pau Gasol llega al Europeo en plena forma. En su segundo curso en la NBA mantuvo su línea de progresión con 19 puntos y 8,8 rebotes por partido y, a pesar de que le faltó algo de acierto en los tiros libres (73,6%) y limitar sus pérdidas del balón, se ganó algo intangible, pero determinante: el respeto que se profesan y se profesa a los mejores. Por su estatura, por su disposición para el rebote y por la escasez de verdaderos pívots, ha sido constreñido por sus entrenadores a la posición más cercana al aro pese a sus dotes para jugar fuera de la zona y lanzar desde media y larga distancia. Tal vez por ello los Grizzlies están buscando en el mercado un 5 que le permita alternar su posición y Moncho López, el seleccionador español, no descarta que entre las muchas jugadas que ha preparado para él estén los lanzamientos de tres puntos. Cuando coincida en la pista con Garbajosa, jugará de 5; y con cualquier otro pívot, de 4. Desde luego, es la referencia del cuadro nacional.
NOWITZKI (Alemania, 25 años)
Dallas Mavericks: ala pívot, 2,13 metros y 113 kilos
No hay otro jugador del que dependa tanto una selección. El estilizado alemán de los Mavs, comparado con Larry Bird por su facilidad para anotar desde cualquier lugar y en cualquier posición, salió a 25 puntos y 10 rebotes por partido. Los Mavs acusaron sus ausencias por lesión en varios partidos de la final del Oeste contra los Spurs de San Antonio. Hace diez días, se lastimó el tobillo izquierdo, uno de sus puntos frágiles. Su recuperación ha sido un alivio para su federación, que pagó unos 200.000 euros por la póliza de su seguro. España tiene una deuda con él: sus 20 puntos la apartaron de las semifinales en el último Mundial.
STOJAKOVIC (Serbia, 26 años)
Sacramento Kings: alero, 2,06 metros y 104 kilos
Para marcar a Peja es preciso echarle el lazo desde muy lejos. Es un cañonero con una enorme potencia de piernas y los fundamentos que causan tanta admiración por la escuela serbia. En la pasada temporada se quitó la espina de cierta inoperancia en los momentos decisivos y en la fase final se superó: 32 triples de 70 intentos para una media superior a los 23 puntos por partido, aunque los Kings acabaron inclinándose por 4-3 en las semifinales del Oeste. Es un reboteador decente: 5,5 capturas en la primera fase y casi 7 en los play-offs. Ha mejorado en sus puntos débiles: la defensa y la agresividad ante el aro. Su papel en el conjunto serbio, sin Bodiroga, será todavía más relevante de lo que fue en el último Mundial: 19 puntos de media y 26 en la final, ganada, frente a Argentina.
KIRILENKO (Rusia, 22 años)
Utah Jazz: ala pívot,
2,06 metros y 100 kilos
Lo tiene todo para triunfar: sentido del juego, rapidez, fundamentos, brazos larguísimos, acierto al colocar los tapones... Le faltaba peso y músculo, algo en lo que ha mejorado en los últimos meses, en los que ha ganado siete kilos. En los Jazz, en los que promedió 12 puntos y 5,5 rebotes, no ha adquirido todavía la importancia ofensiva ni, por supuesto, el liderazgo que posee cuando actúa en la selección rusa. Se perdió parte de la preparación debido a los problemas con el pago de la póliza de su seguro. Una vez resuelto el asunto, ha sumado más de 24 puntos en cinco de los seis encuentros amistosos disputados con vistas a esta cita.
PARKER (Francia, 21 años)
San Antonio Spurs: base, 1,88 metros y 80 kilos
Su ascensión ha sido realmente fulgurante. Ha alcanzado una madurez asombrosa para su edad, hasta el punto de que Gregg Popovich, su técnico, le ha confiado plenamente el timón de los Spurs. El resultado ha sido óptimo: el jugador nacido en Bélgica y formado en Francia se ha convertido en campeón de la NBA. Posee movimientos eléctricos y es osado hasta el límite, a veces en exceso. Debe mejorar en la defensa, pero compensa su punto débil con su facilidad para resolver o facilitar que lo hagan sus compañeros. Sus promedios de más de 15 puntos y 5,3 asistencias por partido pueden quedarse en nada comparado con lo mucho que desea acaparar el juego en la selección francesa, en la que, según ha anunciado, quiere ser como Nowitzki en la germana.
TURKOGLU (Turquía, 24 años)
Sacramento Kings: ala pívot, 2,04 metros y 100 kilos
Con los Kings es un jugador muy altruista y polivalente que sabe jugar para el equipo y que actúa con mucha garra. Sin embargo, en esta temporada pasada le costó mejorar lo conseguido en la anterior. Fue el octavo hombre y rondó una media de 6 puntos y 3 rebotes por partido. En la selección turca es el alma, pero a veces da la sensación de ir en exceso por libre, a lo suyo, y de tirar más de la cuenta. Por ejemplo, en el último torneo de preparación para el evento sueco dibujó un revelador e inquietante 21% de acierto en el tiro con una serie de once canastas de 51 lanzamientos.
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