El goleador inesperado

Antonio Núñez, el debutante que salvó al Madrid en Vila-real, era el crack del Buen Consejo. Defendió la camiseta del equipo colegial hasta que comenzó a estudiar Derecho en la universidad Complutense, en Madrid, siguiendo los pasos de sus ancestros, abogados del Estado y notarios. Ya estudiaba Derecho Romano cuando comenzó a jugar en el San Federico, de Primera Regional. De él pasó a Las Rozas, de Tercera, mientras cursaba Mercantil. Hace un año y medio se probó en el Madrid B y fue aceptado rápidamente. Estando en la Ciudad Deportiva aprobó Laboral y para cuando Beckham sacó su centro de córner, el martes, en El Madrigal, ya sólo le quedaban dos asignaturas para licenciarse: Internacional Privado y Procesal. Antes de cumplir su propósito, cabeceó el centro que le lanzó el inglés y marcó el gol del empate (1-1). Con 24 años recién cumplidos y a los ocho minutos de haber debutado en la Primera División.

"En mi vida he tenido una mañana tan liada", decía ayer Núñez después de peregrinar por radios y agencias de noticias; "todavía no he asimilado muy bien lo que he hecho. Me siento como si no lo hubiera hecho yo".

A su edad, estaba más cerca de la toga que de los pantalones cortos. Su agente, José Antonio Martín, explicó que Núñez, hasta hace poco, "jugaba al fútbol porque lo amaba, no porque su plan fuese ser futbolista profesional".

Que la carrera futbolística de Núñez ha sido inusual es algo evidente. Lo que es más paradójico es que justamente él fuera el jugador elegido por Carlos Queiroz -entre los seis noveles que inscribió en la convocatoria- para salir el primero. Debió de llamarle la atención porque su puesto es el más y mejor poblado de la plantilla: volante ofensivo por la derecha, el de Figo y Beckham.

"No me atrevo a compararme con jugadores de esa talla", dice Núñez. Pero, por sus condiciones, ofrece algo que ni el portugués ni el inglés tienen ahora: desborde por velocidad. "Me tiendo a abrir mucho para buscar espacios", explica; "me desmarco mejor con balones largos".

"Beckham busca más el centro y Figo el regate. Yo me voy más en largo, me considero más vertical",

comentaba en pleno verano, cuando varios equipos de Primera se interesaron por él, con el Atlético a la cabeza, según informó Andrés Domínguez.

Fue precisamente en el Calderón donde debutó con un gran gol de vaselina, a pase de Solari, en el Trofeo Madrid 2012. Le restan dos años de contrato y habría fichado por otro equipo con tal de probar su valía de no ser porque Florentino Pérez, el presidente madridista, se quedó con su nombre. Desde hace meses, Pérez considera que Núñez, como Borja, es un hombre por el que hay que apostar necesariamente para ejecutar la política del club. Con este fin se impuso despedir a McManaman: para abrir paso a Núñez.

"¿Cómo te desenvuelves en la delantera?", le preguntó Queiroz antes de darle entrada en el lugar de Portillo. Tenía tantas ganas de debutar que si le hubiera preguntado cómo se le daba la portería habría respondido lo mismo: "Bien". Y, aunque ir por arriba no es su especialidad, Beckham le puso un centro tan bueno y se vio tan libre que allí fue: gol de Núñez.