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De vuelta al trabajo...llega el síndrome postvacacional

La vuelta al trabajo y a los estudios después de un periodo vacacional es dura. Según José Benigno Freire, un expecialista de la UNAV, esto se debe a que "no se sabe descansar"

Terminadas las vacaciones, José Benigno Freire, psicólogo y profesor de la Universidad de Navarra, habla del llamado síndrome posvacacional. Según explica, 'todo esto es un poco exageración. Le sacamos chispa psicológica a lo más normal'.

El experto analiza los principales motivos por los que aparece este síndrome tan actual. 'Mucha gente no sabe descansar. Cree que el descanso está hecho para disfrutar de la vida y el trabajo es lo atroz del resto del año'. De este modo, 'muchos llegan al trabajo cansados y desentrenados. Las vacaciones sirven para remansar fuerzas para el resto del año. Si uno lo piensa bien, la vida se disfruta más por el trabajo, pues las vacaciones son un mes y el trabajo 11'.

Por otro lado, resalta la necesidad de cambiar la mentalidad con la que vamos de vacaciones. 'Son el tiempo del año que se necesita para poder estar bien psicológicamente, disfrutar y ampliar el patrimonio familiar durante los otros 11 meses. Debemos programar las vacaciones pensando en el trabajo posterior. Son un tiempo de paso, lo estable es el resto'.

10 consideraciones para descansar mejor

El profesor Freire ofrece diez observaciones en torno al descanso:

1. El hombre es un ser para la acción. Lo genuino del hombre es hacer.

2. Incluso la contemplación es una acción.

3. El descanso es una inevitable necesidad de la limitación del ser, no de la condición del ser.

4. El descanso es una actividad del hombre cansado para reponer fuerzas para volverse a cansar. El 'arte de descansar' consiste en encontrar actividades que faciliten y no entorpezcan el trabajo posterior. No supondría un descanso aquella actividad que impida, lesione o entorpezca el trabajo posterior.

5. El descanso es una necesidad de la persona, no sólo del cuerpo. Uno de los mejores descansos son aquellas actividades que refrescan el hecho de que somos criaturas, nos distancian momentáneamente de lo material y nos reponen fuerzas psicosomáticas.

6. La pereza no descansa; por el contrario, cansa.

7. El aburrimiento cansa todavía más que la pereza.

8. En condiciones de normalidad, para reparar el cansancio habitual no se necesita mucho tiempo de descanso.

9. El trabajo que más cansa es el que se realiza mal o sin orden.

10. La vida no se disfruta tanto por el descanso como por el trabajo gustoso.

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