Pandiani sostiene al Depor

El Zaragoza jugó ayer su primer partido en la máxima categoría del fútbol español con un rival de Champions, el Depor. Pero el conjunto aragonés ha vuelto a primera como si nunca se hubiera marchado. El Deportivo salió sin demasiados cambios con respecto al último partido que le daba el pase que le permite disputar la Liga de Campeones. En el conjunto aragonés Paco Flores alineó en su once titular a los cinco fichajes que ha realizado el equipo para esta temporada.

En la primera parte ambos equipos salieron con muchas ganas pero sin demasiado orden. Hasta que Milito apareció en el campo. El defensa zaragocista comenzó a dirigir a sus compañeros y a volver loca a la delantera gallega. Sus pases largos guiaron el camino hacia el área que defiende Molina. El Zaragoza empezó a desperezarse y comenzó a poner en más de un aprieto a la defensa gallega. Pero una vez que llegaban al área el balón se paseaba por delante o por encima de la portería de Molina. Ni Villa ni Galletti, que tuvieron las ocasiones más claras de la primera parte, conseguian el gol.

Pero Milito no se quedó ahí. Fue el alma de una defensa que se fue haciendo más y más fuerte conforme avanzaba el partido. Su consigna era no dejar entrar en el área al Deportivo. El conjunto gallego se volcó por la banda izquierda, pero a pesar de que Valerón y Luque subieron una y otra vez, parecía misión imposible. Diego Tristán tampoco pudo con la férrea defensa aragonesa.

A partir de ese momento el Zaragoza tenía sabor argentino. Milito cortaba el balón al borde del área y Ponzio y Galletti se encargaron de que llegaran los balones arriba.Aún así el Deportivo no se rindió.

Al comienzo el juego de la segunda parte se recrudeció. Y por eso vieron tarjeta amarilla Ponzio y Galletti. Cansado de observar como su equipo llegaba al área gallega con soltura pero con falta de remate, Paco Flores hizo que entrara en el campo la apuesta que no le había fallado en los últimos encuentros, Yordi. Salió por Cani, que estuvo a la altura del equipo en su debú en primera.

Pero fue Javier Irureta quien hizo el cambio decisivo. Sustituyó en el minuto 20 a Diego Tristán por Pandiani. El nueve deportivista se había cansado estrellandose una y otra vez con la defensa. Pero Pandiani salió decidido a cambiar el curso del partido. Y lo hizo en tan sólo unos minutos después de salir al césped. Batió a la defensa maña y adelantó al Deportivo tras cabecear un centro de Víctor.

A partir de entonces el Zaragoza fue un quiero y no puedo. Siguió subiendo pero sin encontrar el gol y lo pagó caro.