_
_
_
_
_

Unos zapatos con buena marcha

Rebeca Sanver se lanza a la conquista del mercado del este de Europa

Tras su conquista europea, la firma de calzado femenino Rebeca Sanver, buque insignia de un holding zapatero de Elda (Alicante), persigue ahora rendirse a los pies de las mujeres del este con la apertura de una delegación en Moscú a principios de año. Con un volumen de facturación de más de 21 millones de euros en 2002, la empresa de carácter familiar se ha convertido en un imperio en gestación con presencia en más de 66 países. El producto de alta calidad y diseño es el talismán de la firma en un mercado que no atraviesa por sus mejores momentos.

Rebeca Sanver es la punta del iceberg de un entramado empresarial alicantino -integrado por empresas de fabricación de zapatos, componentes y de representación de artículos de piel, tejidos y adornos- en continua ebullición. El pasado año, el grupo eldense logró una facturación de 48,6 millones de euros, de los que algo más de 21 millones se deben a la formidable acogida en Europa de la línea de zapatos Rebeca Sanver.

El grupo alicantino introducirá en septiembre la línea de calzado To-be, que pretende llegar a un público con menor poder adquisitivo

El meteórico crecimiento en número de ventas -un 20% de aumento por temporada, en los últimos tres años- con una previsión de facturación al cierre de este ejercicio de 22,5 millones de euros ha situado a la marca entre las empresas zapateras alicantinas con mayor proyección internacional. No en vano, el 72% de su producción se destina a la exportación.

Crecimiento inusual

Con un ritmo de crecimiento inusual para un mercado que no atraviesa sus mejores momentos, Rebeca Sanver cuenta entre sus adeptos con destacados clientes como Lane-Crawford (Hong-Kong), Galleries La Fayyete (París), Orange (Dusseldorf), Seibu (Tokio) y El Corte Inglés. Un total de 1.700 detallistas de 66 países adquieren también su producción.

La línea pretende afianzarse ahora en el mercado nacional, todavía con escaso predicamento, merced a una red de tiendas que, bajo el mismo nombre, ayuden a consolidar la firma. El proyecto incluye también abrir pequeños comercios en las principales capitales europeas además del Líbano, según adelanta el director general y diseñador de la línea, José Sanchís. De cualquier forma, su objetivo más inminente es el mercado del este. "Hay que aprovechar la coyuntura de este mercado, en claro auge", dice. Mientras Rebeca Sanver sigue penetrando a pasos de gigante en el Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y el continente asiático, el grupo matriz lanza el próximo septiembre la línea de calzado To-be, una marca que, siguiendo las tendencias de Rebeca Sanver, pretende llegar a un público "con menor poder adquisitivo", pero fiel a las nuevas tendencias. Esta línea contrarrestará la exclusividad de Rebeca Sanver y sus altos precios (un par oscila entre los 70 y los 300 euros). "Los zapatos son también de un exquisito diseño, de calidad, aunque más económicos", apunta Sanchís. Las previsiones de venta que maneja el grupo son de 100.000 pares vendidos durante la primera temporada, hasta alcanzar los seis millones de euros de facturación en los dos próximos años.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_