Pesado arranque en Montjuïc
El Espanyol y la Real Sociedad se neutralizan y se conceden un gol
Espanyol y Real Sociedad se neutralizaron, al punto que se concedieron un gol por bando, en un partido de más tralla que de juego, circunstancia que habla mejor de los de casa que de los de fuera. Reventaron los blanquiazules, faltos de fútbol, de picante, de desequilibrio, y sobrados de fuerza. Invirtieron menos los donostiarras, que jugaron poco y se dieron media vuelta a la que se vieron con un punto que, por otra parte, ratifica su inmbatibilidad en el estadio de Montjuïc.
Jugó el Espanyol a robar y correr, procurando no perder la posición defensiva, siempre fuerte en la divisoria. La velocidad blanquiazul pilló a la Real con el pie cambiado tantas veces como para encajar un gol a mitad del primer acto. Rekarte metió la pata ante un libre directo lanzado por la zurda de Wome desde la derecha y la pelota acabó en la red ante la desesperación de Westerveld, que ya había corregido hasta tres desajustes de sus zagueros.
ESPANYOL 1 - REAL SOCIEDAD 1
Espanyol: Lemmens; Marc Bertran, Lopo, Jarque, Wome; Bastía, Domoraud; Tayfun (Álex Fernández, m.68), Jordi (Morales, m.78), Maxi (Héctor, m. 91); y Tamudo.
Real Sociedad: Westerveld; Kvarme, Jauregui, Schürrer, Rekarte; Karpin, Xabi Alonso, Aranburu, De Pedro (Gabilondo, 78); Lee Chun Soo (De Paula, m.87); y Kovacevic.
Goles: 1-0. M.22. Wome saca una falta, el balón rebota en Rekarte y entra en la red. 1-1. Kovacevic remacha una vaselina de Lee Chun Soo.
Árbitro: Rubinos Pérez. Mostró la tarjeta amarilla a Kvarme, Jauregui y Wome.
Montjuïc: Unos 20.000 espectadores. Johan Cruyff presenció el partido desde el palco.
El equipo donostiarra extrañó los cambios en los laterales para suerte de los catalanes, que se estiraron por las bandas y le dieron cuerda a Tamudo, un ariete que trabaja como ninguno las espaldas de los centrales. El gol avaló el trabajo local e incidió en los problemas forasteros. La Real no supo responder a la pared humana levantada por el Espanyol, un equipo especialmente físico y dinámico, muy dífícil de mover y también de batir.
Falto de profundidad y de agresividad, con fubolistas fuera de forma y otros de sitio, al grupo de Denoueix le costó llegar al área rival. Por momentos pareció incluso acomodado, poco interesado en el partido, entregado a Lee Chun Soo, una vez que Kovacevic gateó largo rato, con los riñones molidos por el eje defensivo blanquiazul. El coreano no tiene la precisión de Nihat, pero por los visto ayer sí parece tan rápido y animoso.
Avalado por su dinamismo y buen despliegue, el Espanyol atrapó el descanso con comodidad, celebrando el gol de Wome, el primero que marca de falta en los últimos 61 partidos. Pese a que el color del encuentro no cambió después del descanso, la Real Sociedad cazó el empate a las primeras de cambio. No tuvo siquiera la necesidad de jugar mejor sino que le bastó con aguardar el error del contrario: Jarque se comió un rechace y habilitó a Lee Chun Soo, quien especialmente veloz siguió la pelota y la picó por encima del portero para que Kovacevic la rematara a gol antes de que pudiera intervenir Lopo.
Acusó el golpe el Espanyol en la misma medida que la Real Sociedad ganó seguridad, y más después de que el colegiado le perdonara la expulsión a Jauregui. Apretó el equipo de Denoueix, con más presencia de futbolistas como De Pedro y Xabi Alonso, y Clemente movió el banquillo para evitar males mayores. El Espanyol tomó de nuevo las riendas y fue a por el partido, que se le escapó en un remate cruzado de Maxi, justo cuando la hinchada le cantaba la caña al colegiado. Al final, sin embargo, de nada le sirvió al Espanyol haberle hecho un nudo a la Real porque se condenó solo al empate.
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