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Calendario / 30 de agosto de 2001 | HUMOR
Columna
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La vaca se vuelve loca

Noticias de Quintanilla: este año quien quiere romper España es el PSOE, y el PP es el único partido capaz de mantener la patria unida. El presidente ahonda en su nuevo estilo, que Ana Botella define como "de mal café", pronúnciese frunciendo un poquito los labios.

-Cualquiera está de mal café con estos calores -dijo Ana Botella en julio, para explicar el malhumor de su marido. El debate sobre el estado de la nación fue bastante peculiar: Aznar parecía un dolor de muelas, y José Luis Rodríguez Zapatero era todo sonrisas y buen rollo, como si su destino consistiera en traer alegría y cosa buena, como Macarena. La prensa deportiva tituló: "Uno a cero a favor de Zapatero".

En la izquierda, hay quien cree que el estilo de Aznar es una fábrica de separatistas, y quien propugna ponerse detrás del presidente y animar la creciente rebelión ciudadana contra el nacionalismo obligatorio, pero de eso no se habla en los debates parlamentarios. Eso queda para enteraos. En las Cortes, Zapatero habló bastante del Quijote. A lo mejor les suena. Es el Globetrotters de los españoles, según el ministro Juan José Lucas, que por un día logró eclipsar a la única, la incomparable, la excepcional...¡Celia Villaloboooos!

-Y, sobre todo, ahora me dirijo a las amas de casa: para el gazpacho, nada de usar hueso de ternera.

¿Cómo superar el consejo de Celia "a las amas de casa" para que no hicieran cocido con hueso de ternera, a fin de evitar la sopa de vaca loca? Quien peor lo pasa con Celia es el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que tiene que ir tras ella comiéndose los desaguisados, nunca mejor dicho, porque se ha pasado el semestre comiendo ternera en público para desmentir a la ministra de Sanidad. ¿No conocen a Colmillo Cañete? Es muy discreto. Se le conoció la voz cuando, sin él saberlo, TV-3 le grabó una frase sobre el Plan Hidrológico: "Dice el presidente que lo vamos a aprobar por cojones". Desde entonces no habla. Come y calla. Los reporteros de Caiga quien caiga nunca pueden conseguir una declaración suya, porque siempre está con la boca llena.

-Por tres cositas anda envalentonada la oposición -se rió Aznar en una charla a los jóvenes, en la que se dice que levitó de autocomplacencia.

Las otras dos "cositas" eran un submarino nuclear averiado abandonado por su amigo Tony Blair en Gibraltar, y la inmigración patas arriba, cachis la mar, no acaba de resolverse esto, y mira que ya vamos por la tercera solución definitiva. La última idea consiste en pagar a los inmigrantes el billete de regreso a su país, para que obtengan el visado, y volverles a traer. Así se marean y se les quitan las ganas de viajar.

-Tengo ganas de bajar a la Tierra -advirtió Aznar en otro de sus momentos sembraos. Y justo baja a la Tierra en agosto y estalla Gescartera, un lío financiero que nace en el corazón de Hacienda, pasa por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, atraviesa a la Iglesia, se lleva por delante miles de millones de pesetas y... no tiene nada que ver con el Gobierno. Una suerte, porque así nadie tiene que dimitir, no como antes, cuando los socialistas. ¿Saben quién andaba por medio? ¡Luis Ramallo! El látigo de la corrupción socialista. Cosas veredes. Qué legislatura lleva Aznar: no le sale una a derechas. O a lo mejor es que, desde que tiene mayoría absoluta, le salen todas muy a derechas.

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