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Entrevista:G. PÉREZ VILLALTA | Pintor

"Vivimos un momento bobalicón con una gran falta de cultura"

Margot Molina

A Guillermo Pérez Villalta, que nació en Tarifa (Cádiz) hace 55 años, le encanta dejarse colonizar por otras culturas. Sus lienzos están llenos de ejemplos de convivencia entre las estéticas más "disparatadas". Ahora que los científicos parecen encontrarle a todo una explicación genética, tal vez el gusto por el mestizaje le venga de nacimiento. Y es que el artista es de uno de esos pueblos en los que los libros de textos ubican los famosos "cruces de culturas". Pérez Villalta, uno de los grandes de la Nueva Figuración Madrileña que desde principios de los ochenta se ha mantenido en lo más alto del panorama nacional, reparte su tiempo entre Madrid y Sevilla, pero siempre reserva el estío para reencontrarse con Tarifa.

Pregunta. El paisaje es una parte importante en su pintura, ¿son reales o imaginarios?

Respuesta. Son algunos de mis lugares preferidos, siempre paisajes meridionales. La costa de Maro, un pueblecito al lado de Nerja (Málaga) y por supuesto Tarifa, muchas de sus calas han estado en mis cuadros desde el principio. También aparecen mis recuerdos del desierto del sur de Marruecos.

P. ¿Son esos mismos paisajes los que podrán verse en la exposición que está preparando para la galería Senda de Barcelona en marzo?

R. Esta vez los paisajes son más disparatados. Me los he planteado como una réplica al momento tan bobalicón que estamos viviendo en el que hay una gran falta de cultura. Así que mis paisajes son justo lo contrario, están llenos de referencias a los clásicos como Claude Lorraine o Nicolás Poussin pero, de repente, surge una arquitectura chino-futurista, un edificio de ciencia ficción o referencias a la cultura japonesa.

P. ¿Ha recuperado el humor tan presente en su etapa madrileña de finales de los setenta?

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R. Si, pero ahora lo hago con más conocimiento y, además, están mejor pintados. Puede que sea la única ventaja de envejecer. En los últimos 15 años mi obra se había vuelto muy seria, pero la pasada temporada hice una exposición en Santander y me desmelené. Me divertí mucho, al público le gustó el resultado y a mí también.

P. ¿Por qué vuelve a Tarifa cada verano?

R. Durante las vacaciones todo está lleno y viajar es fastidioso por el calor, así que vuelvo a la casa que fue de mis abuelos y me reencuentro con mi infancia.

P. ¿Cuál es su playa?

R. Tengo varias. Los Lances, porque es muy metafísica, es como la llanura de un cuadro de Dalí; Dulce Nombre, que es más recogida y está rodeada por una vegetación inigualable, o mi preferida, que es Punta Paloma, pero no voy mucho porque está más lejos.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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