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España apoya que Vandellòs acoja el reactor nuclear a un mes de decidirse su ubicación

A menos de un mes para que la comisión de competitividad de la Unión Europea decida si presentar una sola candidatura europea, que elegirá entre las centrales de Cadarache (Francia) y la española de Vandellòs (Baix Camp), para la ubicación del reactor experimental de fusión nuclear (ITER), los representantes del Gobierno español se afanan en dar a conocer las bondades del emplazamiento de Tarragona. El director de la oficina de ciencia del Departamento de Energía de Estados Unidos, Raymond L. Orbach, visitó ayer la zona, situada junto a la central desmantelada, Vandellòs I, antes de viajar hasta Francia para hacer lo propio en Cadarache.

Orbach, que declinó pronunciarse sobre preferencias del Gobierno estadounidense al respecto, acudió a Vandellòs acompañado del director del proyecto ITER en Estados Unidos, Michael Roberts, y del secretario de Estado de Política Científica y Tecnología, Pedro Morenés, que justificó el silencio de Orbach "porque el proceso de decisión de la candidatura europea es un proceso interno de Europa".

El próximo 23 de septiembre la Unión Europea decidirá si presenta una sola candidatura, por lo que tendría que optar entre España o Francia, o si presenta dos candidaturas, de modo que ambas competirían con los emplazamientos propuestos por Canadá y Japón.

La primera opción es, según reconoció ayer Morenés, la que prefiere "una amplia mayoría" de los socios europeos, mientras que la segunda es la que prefiere el Gobierno español, puesto que la candidatura de Vandellòs tendría mayores posibilidades de resultar la elegida en una decisión final, con el apoyo de Estados Unidos. Aun así, la delegación española se muestra esperanzada en que el informe de la comisión de expertos, presidida por el británico David King y destinada a asesorar al comité de competitividad, deje en buen lugar las características técnicas de la opción española.

La reciente publicación en la revista Nature de un artículo sobre las bondades de la candidatura de Vandellòs refuerza esta teoría, pese a que el secretario de Estado aclaró ayer: "El informe de King es secreto, aunque sabemos que es muy definido y será el que concrete la estrategia que seguir por Europa". El informe podría ser entregado hoy mismo a la comisión de competitividad.

El proyecto para la implantación del Reactor Experimental Termonuclear Internacional (ITER) supone una inversión de 4.500 millones de euros y su objetivo es investigar la viabilidad económica de la producción industrial de energía a través de la fusión nuclear. A diferencia de los procesos de fisión -los que se utilizan en los complejos atómicos puestos en marcha en todo el mundo-, la fusión reduce al mínimo los residuos radioactivos, la gran asignatura pendiente de la energía nuclear. Por el momento se ha conseguido producir energía, pero no a gran escala. El proyecto prevé la construcción de un gran reactor, operación que durará 10 años. Tras su edificación, el centro podrá destinarse a la investigación durante 20 años, mientras que se ha fijado en seis años más su desmantelamiento. Más de 2.000 científicos de todo el mundo podrían darse cita en el centro para investigar.

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