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Los sindicatos culpan a las empresas de las últimas muertes en accidentes laborales

Un siniestro en Almuñécar eleva a 18 los fallecimientos en obras este año, según UGT

Alejandro Bolaños

El sector de la construcción, uno de los más golpeados por la siniestralidad laboral, había logrado este año rebajar de forma considerable su lista negra. Pero en la última semana, la muerte de un inmigrante en las obras de la Copa Davis en Málaga, el fallecimiento el lunes de un menor en Villaverde del Río (Sevilla) y un nuevo accidente mortal el martes en Almuñécar (Granada) han llenado de "preocupación" a los sindicatos, que culpan de los siniestros a las empresas implicadas.

La última muerte por un accidente laboral ocurrió en la tarde del martes, cuando un albañil de 41 años falleció tras caer al vacío desde el andamio de un edificio en construcción situado en un complejo turístico de la playa de La Herradura (Almuñécar, Granada). En un comunicado remitido ayer, UGT informó de que ha presentado una denuncia anta la Inspección de Trabajo para que investigue este accidente. Para el sindicato es claro que la empresa, una subcontrata, no había cumplido con las medidas de seguridad laboral: algunos representantes de UGT dicen haber comprobado que la empresa instaló las protecciones reglamentarias en los andamios tres horas después del siniestro.

En el accidente que dejó sin vida a un inmigrante indocumentado en las obras para instalar la grada de la pista de tenis donde se celebrará la semifinal de la Copa Davis en Málaga entre España y Argentina, las acusaciones de los sindicatos coinciden con el veredicto de la Inspección de Trabajo. Los inspectores, además de constatar que el inmigrante trabajaba de forma ilegal, comprobaron que la obra, contratada a la empresa Montajes Miguel Hoyas, tampoco cumplía las mínimas normas de seguridad exigibles. Una situación que llevó ayer a CC OO a anunciar que presentará una denuncia el viernes ante la Fiscalía de Málaga. Un Juzgado de Málaga ya ha abierto diligencias sobre el caso, y la Inspección de Trabajo investiga si había más trabajadores sin contrato en la obra, aún paralizada.

UGT analiza también otro posible accidente mortal en Málaga, donde un albañil ingresó también el martes en el hospital Carlos Haya por un golpe en la cabeza con un tablero y murió a las pocas horas. "Tiene que haber un cumplimiento estricto de las normas de seguridad laboral", indicó ayer Ramón Díaz, dirigente de la federación de construcción de este sindicato. Díaz lamentó que en una semana se haya roto la tendencia a la baja que se había registrado en la siniestralidad laboral este año: entre enero y agosto UGT había computado 15 muertes en las obras, frente a las 32 de 2002, y un descenso del 20% en el número de accidentes.

Díaz indicó que la acción conjunta de la patronal y los sindicatos en el sector había permitido rebajar la incidencia de los accidentes laborales en la construcción. Desde 2002, 16 equipos formados por sindicalistas y representantes de la patronal visitan los tajos para comprobar la aplicación de las medidas de seguridad laboral. Una medida que el nuevo plan autonómico contra la siniestralidad laboral hasta 2008, aún sin aprobar, prevé generalizar a todos los sectores.

Versiones rocambolescas

Las explicaciones de las empresas a los accidentes mortales de esta semana han sido recibidas con escepticismo, cuando no con indignación por los sindicatos. En el siniestro de Málaga, la federación de tenis dio por buena la explicación de la contratista de las obras que sostuvo que el inmigrante fallecido se coló en el recinto y se encaramó en la grada por motivos desconocidos. La Inspección de Trabajo mantiene ahora que el obrero muerto era un trabajador contratado de forma ilegal, lo que obligó ayer a la federación a emitir una nota en la que aclara que "se limitó a comunicar la versión de la constructora".

En Villaverde del Río, la empresa Mármoles Caballero adujo el lunes para explicar la muerte de un joven de 15 años, aplastado por una máquina que conducía, que el menor había robado la carretilla y le había hecho un puente para arrancarla. Fuentes sindicales precisaron el martes que la familia no tenía intención de denunciar a la empresa, pero ayer sí se mostró dispuesta, según Europa Press, a emprender acciones legales contra la compañía si no cambiaba su versión.

La Inspección de Trabajo y la Guardia Civil investigan si el joven trabajaba para la empresa y si lo hacía con el consentimiento familiar. Los inspectores entrevistarán al empresario el viernes para aclarar un accidente que, para los sindicatos es también de origen laboral.

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