El Villarreal alcanza la UEFA por primera vez en su historia
El sueño de los hermanos Roig está más cerca. Si Juan, presidente del Pamesa de baloncesto, ha logrado situar a su club en la Euroliga tras ganar su primer título europeo, su hermano Fernando, presidente del Villarreal, también sube escalones en su obsesión. El empresario se ha propuesto hacer del conjunto castellonense, nacido en una localidad de unos 40.000 habitantes, una especie del antiguo Parma, un equipo modesto que viaje por Europa. El Villarreal ya se parece algo a su antiguo modelo. Hace cuatro temporadas jugaba en Segunda División y ayer logró por primera vez en su historia un billete para jugar en Europa. El empate ante el Heerenveen le sirvió para ganar una de las finales de la Intertoto y disputar así la próxima Copa de la UEFA.
VILLARREAL 0 - HEERENVEEN 0
Villarreal: Reina; Javi Venta, Quique Álvarez, Ballesteros, Arruabarrena; Belletti (Guayre, m. 70), Paco Martí, Coloccini, Calleja; Víctor (Josico, m. 90) y José Mari (Anderson, m. 61).
Heerenveen: Vonk; Bakkati, Hannson, Klompe, Edman; Selakovic (Hooiveld, m. 60), De Lange, Vayrinen (Fleddereus, m. 90), Kolk; Samaras y Denneboom.
Árbitro: Dougal (Escocia). Amonestó a José Mari y Vonk.
Unos 15.000 espectadores en el Madrigal. Partido de vuelta de la final de la Copa Intertoto (1-2 en la ida). El Villarreal se clasifica para la próxima Copa de la UEFA.
El encuentro fue trabado, tenso, algo más pausado en la primera parte y frenético en la segunda, en la que ambos equipos se olvidaron de las precauciones. El Heerenveen se mantuvo ordenado mientras pudo y poco más. Una vez se asomaban al balcón del área, les entraba el vértigo. Tanto que la mejor ocasión del equipo holandés en la primera parte la creó el propio Villarreal. Reina despejó mal un balón, éste rebotó en Ballesteros y a punto estuvo de aprovechar la pifia un delantero holandés. Tras el descanso, Samaras inquietó a Reina en una jugada confusa en el área, y el portero salvó otro mano a mano tras un fallo de Arruabarrena.
El Villarreal movió y movió la pelota. Con Coloccini adelantado al centro del campo y Belletti, otro defensa, como interior, el equipo de Benito Floro cercó la meta de Vonk. Lo intentó José Mari en un disparo lejano, luego Javi Venta, Víctor... El gol se resistía y el técnico echó mano del pistolero Anderson, que animó la fiesta. El juego viajó sin descanso de una portería a otra, convertido el centro del campo en mera zona de paso. El Villarreal se contagió del desorden y a punto estuvo de costarle su impaciencia un susto. El Heerenveen siguió indolente y el Madrigal, convertido en una fiesta, celebró el triunfo de un club que sigue creciendo. Ya está en Europa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.