_
_
_
_

El dólar recupera terreno frente al euro

La moneda europea sufre su mayor retroceso semanal de los últimos dos años y medio

Las vacaciones en Estados Unidos ya no son tan baratas como a principios de verano para los turistas con euros en su cartera. El valor del euro frente al dólar ha caído drásticamente en la última semana, y los mercados apuntan a que podría seguir bajando. Si a finales de julio se podía comprar un billete verde con 85 céntimos de euro, ahora se necesitan alrededor de 90 céntimos.

El euro no se hundía por debajo de los 1,10 dólares desde el 25 de abril pasado. El viernes por la tarde llegó a rozar los 1,0840 dólares. Sólo en esta semana, la moneda europea ha perdido un 2,5% de su valor frente a la divisa estadounidense. La moneda norteamericana ha resultado fortalecida por los indicios de un repunte económico en Estados Unidos, mientras los países europeos que están al borde de la recesión han lastrado al euro. Los mercados de divisas están apostando claramente por una recuperación en Estados Unidos y un atasco en el crecimiento de la zona euro.

Los mercados apuestan por una recuperación en EE UU y un retraso en la zona euro

Atrás han quedado las sesiones en que la moneda única europea se acercaba a las alturas de los 1,20 dólares. La escalada que comenzó a principios de este año ha sido reemplazada por un derrumbe que los analistas explican como consecuencia de la brecha abierta entre las economías de Europa y Estados Unidos. Mientras las economías de la zona euro han sido empujadas al borde del precipicio de la recesión -Alemania, Italia y Holanda ya han entrado en recesión técnica-, Estados Unidos disfruta de un repunte del 2,4% en su producto interior bruto (PIB) en el segundo trimestre. La zona euro, por su parte, demostró su estancamiento al ver a su PIB obtener un crecimiento nulo.

Europa, estancada

Los datos económicos de la semana sirvieron para que los mercados comprobaran que Europa está estancada. Francia se tiñó de rojo al contraerse un 0,1% en el segundo trimestre, y Alemania confirmó su entrada en recesión. Mientras tanto, Estados Unidos publicó que los datos de desempleo daban señales de que su recuperación económica se consolidaba al reducirse en 17.000 las peticiones de subsidio de paro la semana pasada.

Los niveles de desempleo son la asignatura pendiente del repunte norteamericano, según varios analistas como Daniel Katzive, de UBS en Nueva York. "Estas cifras, aunque alentadoras, no representan una evidencia contundente de que la economía de Estados Unidos ha despegado", afirma el experto de UBS, el mayor intermediario en el mercado mundial de divisas, según la revista Euromoney. Sin embargo, los datos de desempleo fueron suficientes para que los mercados de divisas se exaltaran y cerraran la semana en una vorágine de apuestas contra el euro. La moneda europea cerró el viernes su peor semana frente al dólar de los últimos dos años y medio.

Para analistas del mercado de divisas como Delfina Pérez, de Banif, la filial de banca privada del Santander Central Hispano, el descenso de los últimos días ha confirmado sus sospechas de que los mercados de divisas estaban sobrevalorando al euro frente al dólar al hacer caso omiso de las pistas que apuntaban a una recuperación más veloz en EE UU.

Mientras muchos expertos se fijaban en el déficit comercial de Estados Unidos, la diferencia entre importaciones y exportaciones, que ha escalado un 32% desde 2001, y las interrogantes geopolíticas alrededor de la guerra en Irak para defender sus estrategias contra la moneda norteamericana, algunos expertos mantenían la tesis de que el valor del euro no podía mantenerse por encima de los 1,15 dólares. La vapuleada que recibió el euro les dio la razón e incluso reforzó sus pronósticos de que el euro cerraría el año entre los 1,05 y 1,08 dólares.

Pero las predicciones de entidades como Banif van contra corriente. Los expertos de muchos de los grandes bancos de inversión siguen firmes en sus pronósticos de que el euro repuntará antes de que finalice el año. Goldman Sachs, por ejemplo, mantiene que el dólar se debilitará hasta llegar a cotizarse por encima de los 1,18. La caída de esta semana la explican como un ajuste debido a que el euro se encontraba sobrevalorado, pero al mismo tiempo consideran que el cambio ha sido demasiado radical. Delfina Pérez, de Banif, no está de acuerdo: "Muchos de estos analistas son los mismos que decían que el euro llegaría a tocar los 1,25 dólares", asegura. Algunos intermediarios, como Bank of America Securities, han cambiado sus pronósticos de manera radical y esta firma presagia que a final de año el euro se cotizará a 1,09 dólares en vez de los 1,21 dólares que previa antes.

A pesar de que la caída del euro es un síntoma de debilidad, las consecuencias no son necesariamente negativas para las economías europeas. A juicio de David Cano, experto de Analistas Financieros Internacionales, un euro endeble puede ser el antídoto a la recesión económica en la región al inducir una ganancia en la competitivad de las exportaciones al otro lado del Atlántico. En teoría, el sector de las exportaciones de la zona euro se vería beneficiado. Sin embargo, un euro depreciado también puede tener repercusiones nocivas, como matiza Cano, ya que crea presiones inflacionistas. La aversión del Banco Central Europeo a la inflación le ataría las manos y no estaría dispuesto a reducir los tipos de interés -en la actualidad en el 2%, el nivel más bajo de los últimos 50 años- para inducir un mayor nivel de actividad económica, complicando así la recuperación de la zona euro.

Sin embargo, puede ser que la recuperación económica en Estados Unidos, y por ende la caída de la moneda única europea, sea sólo un espejismo. A pesar de las discrepancias, la mayor parte de los analistas parecen estar de acuerdo en que Estados Unidos todavía no ha dado indicios de un repunte claro. Si bien es cierto que muchas de las empresas más grandes del país han vuelto a obtener beneficios, esto se ha logrado sólo a base de reducciones de gastos y plantillas.

A menos que la tasa de desempleo en Estados Unidos baje del 6,2% en el que se situó a finales de julio, el poder de consumo de los estadounidenses no mejorará, afirma Cano. El índice de confianza para el mes de agosto, publicado la semana pasada por la Universidad de Michigan, sufrió un descenso en el mes de agosto y avisó de que el crecimiento económico que está experimentando Estados Unidos no ha repercutido en la confianza de los consumidores.

La responsabilidad de China

Los mercados de divisas son voraces y sus principales protagonistas juegan en el tablero global. Para muchos analistas del mercado, la caída del euro frente al dólar de esta semana se debió principalmente a que la moneda europea estaba sobrevalorada. Pero no toda la explicación de esta sobrevaloración de los últimos meses de la moneda europea es el resultado de indicadores macroeconómicos de uno u otro lado del Atlántico, o simples enigmas del mercado. Parte de la culpa le corresponde al yuan chino.

La cotización fija del yuan con el dólar sostenida por una política de paridad del Gobierno chino ha debilitado al dólar frente al euro. Los intermediarios de los mercados han buscado explotar el desequilibrio que existe entre yuan y dólar debido a la paridad. Con ese objetivo han buscado refugio en el mercado entre dólar y euro, y han apostado en contra de la moneda norteamericana.

China, además, ha sido un partícipe privilegiado en el aumento del deficit comercial de Estados Unidos, que ha sido precisamente uno de los factores principales que los expertos usaron en su momento para fijar sus inversiones en contra del dólar. China tiene un superávit comercial del 16% con Estados Unidos.

Las presiones de Estados Unidos para que el Gobierno chino deje fluctuar libremente al yuan sólo han sido recibidas con respuestas negativas. Sin embargo, las presiones siguen aumentando. Goldman Sachs apunta que EE UU elevará sus presiones para que China cambie su política de intervenir para mantener un yuan infravalorado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_