"Antes de morir quiero pararme en cada esquina del barrio de la Boca"
Adora viajar, pero jamás lo haría en agosto porque suele confluir el calor, la muchedumbre y los mosquitos. Miguel Naveros (Madrid, 1956), licenciado en Filología italiana, tiene dos novelas en la calle (La ciudad del sol y Al calor del día) y una, El malduque de la luna, que estará en las librerías en 2004. Escribe para que le quieran más y, ante todo, aclararse a sí mismo.
Pregunta. ¿Puede escribir fuera de su entorno natural?
Respuesta. Si estoy de viaje no me influye, yo voy las siete horas del Talgo de Almería a Madrid escribiendo o corrigiendo y si se retrasa mejor porque más tiempo tengo. No tengo móvil con lo cual nadie me da la lata.
P. ¿Le gustan los viajes o los aborreció desde su etapa comunista?
R. Es lo único que echo de menos de mi militancia comunista.
P. ¿Algún viaje pendiente?
R. Antes de morirme quiero pararme en todas las esquinas del barrio de la Boca de Buenos Aires.
P. ¿Es su barrio mítico?
R. No tanto como mítico. El mítico es Hampstead [Heath], en Londres, es donde me gustaría morirme. Tranquilo. La Boca es el que más me atrae.
P. ¿Pasará a la historia este agosto?
R. Por el calor desde luego. Y por la perplejidad que estamos viendo en muchos ámbitos, desde el chiquitito de la Comunidad de Madrid, al internacional con la vergonzante guerra inventada para invadir Irak.
P. ¿En que compromete la militancia política?
R. Como escritor en nada. Soy de izquierdas, no me considero un militante, me aburren las reuniones, pero hay momentos en los que uno echa una mano. Parte del retraso de esta novela se debe a que le eché una mano a mi amigo Martín Soler[candidato del PSOE a la alcaldía de Almería] en campaña.
P. ¿Le recordó alguna etapa la movilización vivida este año?
R. Llevábamos años sin movilizarnos, pero es muy distinto. Me di cuenta en una de las manifestaciones de Madrid contra la guerra que eran mucho más espontáneas y libres que las de mi tiempo.
P. ¿Mandaría de vacaciones a Marruecos o Nigeria a algunos políticos almerienses?
R. Mandaría a mucha gente de vacaciones. Decía Pío Baroja que el carlismo se cura leyendo y el nacionalismo, viajando.
P. Me refería a la inmigración.
R. El racismo igual se cura estando en el interior de la vida de otras razas, y que me perdone Baroja.
P. ¿Cómo hubiera resuelto la polémica sobre Miriam Tey?
R. Si yo fuera el ministro la habría cesado ya, por eso y por más cosas, pero también hay que tener en cuenta que a la hora de escribir un ser es absolutamente libre.
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