Chaves y Teófila Martínez ultiman los detalles de la negociación

Ocho días después de que el PSOE anunciara su intención de pedir una reunión a las direcciones del PP y Partido Andalucista para abordar la situación de Marbella, el secretario general de los socialisas andaluces, Manuel Chaves, y la presidenta popular, Teófila Martínez, mantuvieron ayer una conversación telefónica en la que constataron su voluntad de buscar una solución pactada.

Pero que hablaran no quiere decir que la reunión se vaya a celebrar hoy, sino la próxima semana, una vez que se produzca otra conversación para señalar fecha, lugar e integrantes de las delegaciones. Por qué se da tantas vueltas para sentarse a hablar sobre un tema en el que dicen que están de acuerdo en sentarse a hablar es un misterio.

Para Manuel Chaves "todos los datos están ya encima de la mesa", con dos escenarios inmediatos: o la disolución "rápida" del Ayuntamiento de Marbella o, "el más razonable", exigir "dentro de un plazo prudencial de tiempo" una serie de condiciones al nuevo gobierno local: la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1986; que no se conceda ninguna licencia que no responda a ese plan, el único aceptado por la Junta; y que se reconsideren todos los convenios firmados que se hallan en situación de ilegalidad. "Se trata de exigir, no de consensuar nada con el Ayuntamiento", subrayó ayer Manuel Chaves en Sevilla, quien opinió que "sobre esas condiciones puede haber consenso".

El presidente andaluz negó que su partido esté virando hacia otras posiciones respecto al Ayuntamiento de Marbella. "Son ellos [los populares] los que han cambiado de posición aceptando la hipótesis de la disolución", al pedir informes jurídicos y técnicos a los Gobiernos central y autonómico para sustentar una posible intervención del consistorio y la repetición de elecciones municipales.

Gil y el Parlamento

Por otra parte, el ex alcalde de Marbella y fundador del GIL, Jesús Gil, pidió ayer en una carta enviada al presidente de la Junta de Andalucía su "deseo de comparecer en el Parlamento para, de forma civilizada, explicarle a todos los españoles lo que se ha hecho de verdad en el municipio marbellí".

Gil califica de "chantaje" los dos escenarios planteados por Manuel Chaves para Marbella -disolución inmediata o giro de 180 grados de la gestión municipal-.