Cumplir las ordenanzas municipales
Me parece bien que el señor Ruiz-Gallardón manifieste su voluntad de no permitir que Madrid sea "una ciudad donde las normas existan sobre el papel y no sean acatadas por los ciudadanos". Aunque lo tiene difícil, y me huelo que ello no pase de ser una simple baladronada electoralista. No sólo habría que acabar con la doble fila de los aparcamientos. Tendría que hacer cumplir la Ordenanza Municipal del Medio Ambiente, que no permite la aparición de los cubos de basura en las calles antes de las diez de la noche y obliga a su retirada antes de las ocho de la mañana. O hacer retirar casi todos los aparatos de aire acondicionado que cuelgan de los muros de los edificios, que incumplen la normativa en vigor. O imponer de una vez la retirada de los excrementos caninos.
Y muchas otras deficiencias de una ciudad poblada por habitantes con escaso interés por su medio ambiente y por las molestias que causan al prójimo. Demasiadas cuerdas para un violín, aunque quiera afinarlo un reconocido melómano.
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