Un circuito para turistas de lujo

Barreras naturales y espectaculares vistas, adrenalina y velocidad, lujo y relax. Así se vende el Race Resort Ascari, un circuito de velocidad en Ronda (Málaga) junto a la sierra de las Nieves, declarada reserva de la biosfera por la UNESCO en 1995. Un proyecto presupuestado en 35 millones de euros que ha arrastrado polémica y se ha construido con permisos del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. Los promotores dicen buscar en el interior de la región alternativas de calidad al turismo masivo del litoral. Pero lo que ha encontrado la fiscalía, a partir de una denuncia de Ecologistas en Acción, son indicios de prevaricación y de un supuesto delito contra la ordenación del territorio, lo que le llevó a finales de la semana pasada a reclamar al juzgado de Ronda que investigue el caso.

Un campeón del mundo de Fórmula 1 ya retirado, el británico Damon Hill, probó el circuito a principios de junio con un BMW. Se salió en una curva, cuyo trazado aconsejó corregir. No fue el único contratiempo. El fuerte viento de levante desplazó el rugido del prototipo muchos kilómetros y levantó algunas quejas. Hill giró en una pista que no tiene nada que envidiar a Montmeló, Jerez o el Jarama. El circuito una zona de 12 kilómetros de largo por 5,4 de ancho en medio de un encinar de alto valor ecológico, a 10 kilómetros del casco de Ronda.

La pista de velocidad no ha surgido aquí como un conejo de una chistera. Los promotores, una compañía inmobiliaria de origen holandés, radicada en Marbella, insisten en que han cumplido todas las normas legales para levantar el circuito en un terreno urbanizable, según el plan general de ordenación urbana aprobado en 1994.

El alcalde de la ciudad, Juan Benítez (PSOE), ratifica que "todo está en orden", pero ha habido protestas de vecinos y, sobre todo, una denuncia de Ecologistas en Acción / Silvema, cuyo representante, Juan Terroba, explica sus razones: "Estos eran terrenos protegidos hasta que en el plan de los años noventa, 2.000 hectáreas pasaron a ser terreno urbanizable".

De ese territorio, la empresa Inversiones Shetland compró hace dos años 190 hectáreas por cuatro millones de euros y presentó un plan parcial para hacer un hotel de lujo, con un edificio central de 3.500 metros construidos y 20 bungalow de dos habitaciones cada uno, que limitan el número de posibles clientes a unos 80. El reclamo no fue en esta ocasión el habitual campo de golf, sino un circuito de velocidad: el propietario de la empresa tiene también una escudería, Ascari, con el nombre del que fue campeón del mundo de fórmula 1 en 1952 y 1953, con Ferrari. Inmaculada Gálvez, abogada especialista en urbanismo y diputada de Los Verdes en el Parlamento andaluz, opina que "para construir este circuito se tendría que haber declarado la zona de equipamiento deportivo; estos señores han cometido una irregularidad: en ningún momento en los papeles dicen que van a hacer un circuito, sólo un camino asfaltado".

La Consejería andaluza de Medio Ambiente, que emitió en marzo de 2002 un informe ambiental favorable al "vial interior asfaltado" en esta finca, mantiene que "la construcción de una pista permanente de carreras y/o de pruebas para vehículos motorizados" le cogió por sorpresa. El delegado provincial de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, ha invitado al Ayuntamiento a que publique un proyecto de impacto ambiental que "recoja el conjunto de todas las construcciones y la realidad precisa de cada actuación". Esta publicación se va a hacer en los próximos días y habrá un mes para presentar alegaciones. "Después tendrán que hacer los correcciones oportunas", añade Trillo.

Los ecologistas denunciaron en octubre ese fraccionamiento administrativo, la concesión de la licencia al carril que devino en circuito varias semanas después de haber sido firmada y la instalación del circuito a partir de esa licencia que sólo preveía un carril. "Lo que no sé es como puede corregir la Consejería de Medio Ambiente un circuito que ya está construido", indicó ayer Alejandro Moreno, de Ecologistas en Acción.

Jerry Bakker, el director del proyecto, defiende su circuito señalando a los vecinos: "Ahí enfrente hay un campo de maniobras del Ejército, en donde hacen prácticas de tiro. A la izquierda construirán casi 800 chalés, con miles de luces, coches y calles. A la derecha, más de un centenar de viviendas. Entre los dos proyectos, tres campos de golf, que necesitan mucha agua... y todo el mundo se queja de nuestro circuito, que ocupa la mitad de un campo de golf y todo el espacio interior se convertirá en un preciosa jardín con flores".