España, del susto a la esperanza
Las caídas son normales. Pero que tres de los cinco gimnastas por aparato se caigan en la primera prueba... Le pasó al equipo masculino español en la apertura de los Mundiales. Afortunadamente, los fallos ajenos le salvaron. Quedó el quinto, a falta del segundo día de competición, y ya casi tiene un pie en en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, para los que se clasificarán los doce primeros y que constituyen el gran objetivo.
Caballo con arcos: Oriol Combarros abrió el fuego y se cayó. A continuación, Andreu Vivó repitió el error. Rafael Martínez, el mejor español del momento, también falló un ejercicio muy sencillo. Menos mal que Jesús Carballo y Víctor Cano, el especialista de la prueba salieron airosos. Alex Barrenechea, el sexto componente del equipo, se lamentaba: "Nervios".
Las cuentas no les salían a los españoles al contabilizarse las cuatro mejores notas y restar las caídas al menos medio punto. Pero reaccionaron bien en los otros cinco aparatos. Además, otros fallaron. Como Bielorrusia, la campeona mundial, que se lo ha complicado al ser séptima.
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