"Para mí, Raúl no es un 'crack"
Gregorio Manzano (Bailén, Jaén; 1956) afronta el mayor reto de su carrera: devolver al Atlético a las alturas. Tras haberse iniciado en el Toledo y pasado por el Valladolid y el Racing, ya consiguió mantener en la Primera División al Rayo Vallecano contra todo pronóstico y hacer al Mallorca campeón de la Copa del Rey.
Pregunta. El Atlético está en quiebra, pero no para de fichar.
Respuesta. Es que también se pueden fabricar grandes equipos sin gastarse demasiado dinero. Imaginación y dedicación, ése es el secreto.
P. ¿Qué ha tenido que ver usted en su composición?
R. Sólo en lo que se ha hecho desde que llegué, el 23 de julio. En lo de antes, nada. Me dijeron: "Éste es el Atlético que tenemos. Con éstos no contamos y a éstos ya los hemos firmado". A partir de ahí, empiezo a opinar. No sé, un 50%. Dije sí a Rodrigo, a Nano... Lo que está claro es que, estando ya dentro, no va a venir un jugador que no me interese.
"No estoy aquí por la influencia de mi representante, sino por mi trabajo y trayectoria"
"No es el momento de que Torres sea capitán. La capitanía se luce por algo más que el 'look'. Además, no debe meterse ahora en berenjenales. Que se quemen otros"
P. Los nuevos no mejoran a Coloccini, Luis García, José Mari...
R. Eso habrá que decirlo al final de la temporada. Se ha cambiado de apuesta: tener menos jugadores cedidos y menos que estén de vuelta del fútbol.
P. ¿No está de vuelta Simeone?
R. Toni [Muñoz, el nuevo secretario técnico] es su principal valedor. Pero del Cholo no tengo más que palabras de elogio. Cuántos veteranos regresan a su casa a consumir los despojos, a morir. Simeone no es que quiera morir aquí, sino empezar a vivir aquí. Por ilusión y trabajo, parece un chaval.
P. ¿Qué aportan los fichajes?
R. Lequi es un central de envergadura notable, buen dominio del juego aéreo defensivo y polivalente. Rodrigo dará desequilibrio. Tiene un gran disparo desde media distancia, una buena zurda; es buen lanzador de faltas. Nikolaidis tiene velocidad, desmarque y remate; también de cabeza. Musampa es un gran acierto. Posee una pierna izquierda maravillosa. Tiene el juego de banda muy desarrollado, sobre todo en el ataque. Quizás debería mejorar un poco en la defensa. Pero tiene mucha llegada. Nano, que es hábil y muy fuerte físicamente, será su competidor. Y Simeone no tiene ojos en la nuca, pero siempre sabe dónde debe estar. Equilibra al equipo.
P. ¿Usted llega para imponer su estilo o para adaptarse al Atlético?
R. Un entrenador lleva su estilo allá donde va. Y el mío tiene mucho que ver con el del Atlético. Me identifico: he llegado a través del esfuerzo y el sacrificio desde abajo, desde el infierno del fútbol, desde las categorías regionales. De los campos de tierra, la humedad y los vidrios rotos. No soy vanidoso, pero creo que el Atlético ha acertado trayéndome.
P. ¿Qué sabe de la idiosincrasia rojiblanca?
R. Sus señas de identidad son la constante superación. Siempre ha tenido que vencer obstáculos que habrían derrumbado a cualquiera. Competir con el Madrid en la misma ciudad sería imposible sin la base sentimental, la manera de vivir y sentir que se tiene aquí. La clave es la hinchada.Pero es malo como hábito que siempre la afición esté por encima del equipo. Eso deberían entenderlo los jugadores.
P. ¿Usted llega por su currículo o por su representante?
R. No creo que el representante aludido, Manuel García Quilón, haya tenido nada que ver en mi fichaje. Primero, porque hace dos años era el asesor personal de Jesús Gil y tuvo más fácil meterme. Gil me pidió que entrenara al equipo en Segunda y yo podía haberle pegado una puñalada por la espalda a Marcos Alonso, el técnico de entonces. Pero dije que no porque no habían arreglado su salida. Cuando Gil le pregunta "¿qué hacemos?", García Quilón le contesta que siga con Marcos. Con esto respondo. Yo no he venido avalado por García Quilón, sino por mi trabajo y mi trayectoria. Yo no soy de los que van reptando para llegar a un equipo. Mi historia no es por un representante.
P. Luis Aragonés llevaba tiempo diciendo que usted sería el entrenador del Atlético, que ya se había comprometido, y usted lo negaba. Pero aquí está.
R. Yo mantuve una actitud de respeto en todo momento hacia el que era el entrenador del Atlético. Cuando Gil Marín me propone firmar un contrato en su despacho, le pregunto por la situación de Luis. Y sólo acepto cuando me enseña un documento de rescisión de contrato firmado por él y me ratifica que sólo está a falta de ir a la federación. Jamás habría entrado en un diálogo si hubiera quedado un mínimo resquicio. Que quede claro. Si hay alguien que insiste en que no es así, que lo demuestre con pruebas..., que ya va siendo hora.
P. ¿Es consciente de que uno, cuando negocia con Gil, no sabe cuándo acabará, pero sí que acabará mal?
R. Puede que lleve razón. Pero, a día de hoy, yo no he hablado con Gil personalmente, aunque sí telefónicamente. De momento, la relación es de sinceridad, de hablarnos claro. Lo que quiere es lo mejor para el Atlético, como cualquier presidente. Creo que no tendremos ningún problema en el futuro.
P. Porque se da por hecho que el presidente del Atlético es Jesús Gil, no Enrique Cerezo.
R. El presidente que yo conozco es Enrique Cerezo. Es al que me han presentado como tal. Pero digamos que el dueño del Atlético, en cuanto a masa accionarial, es Jesús Gil. Al menos, es lo que tengo entendido.
P. ¿El problema económico de los jugadores es el propio problema de Manzano?
R. En Primera puede haber problemas de no llegar a tiempo en el cobro, porque se pasa por un momento delicado, pero el jugador debe adaptarse. A lo mejor, en vez de cobrar a primeros de mes, se cobra el día 15 o al final del año. Pero los futbolistas no están para morirse de hambre. No creo que ninguno tenga que ponerse a la puerta de una iglesia a pedir.
P. O sea, se pone más del lado del club que de la plantilla.
R. Me pongo de parte de la razón. Si el futbolista pretende que todo sea categóricamente estricto para su bien... Habría que preguntarse también qué futbolista, en plan genérico, actúa profesionalmente las 24 horas del día. Porque hoy, si el contrato está bien redactado, el futbolista cobra siempre. No al día, que sería lo ideal, pero en momentos de crisis como el actual también debe velar por la empresa.
P. ¿Los jugadores que denunciaron al Atlético parten con desventaja?
R. No.
P. ¿Le han dado instrucciones al respecto desde el club?
R. Hasta ahora, no.
P. ¿Cómo vigila que un jugador sea profesional las 24 horas?
R. Yo no estoy todo el día detrás de los futbolistas. La mejor vigilancia es la observación diaria de los entrenamientos. Es ahí donde se determina si un cuerpo está sano y fresco.
P. ¿Fernando Torres es Dios en este equipo?
R. Todavía no. Debe seguir teniendo la cabeza sobre los pies. Si invierte los conceptos, no llegará. Debe ser el icono, el ídolo de la afición, y por eso hay que conservarle, madurarle y motivarle. Pero debe poner de su parte.
P. ¿Le preocupa su nuevo look, su nueva imagen?
R. ¿El pelo amarillo ése? No; es producto de su edad. Yo le veo bien. No me preocupa, no. Si dentro de 15 días se pone moreno y luego rojo, ya le cogeré. Pero no creo que sea un chaval distraído en ese sentido. No le conviene.
P. ¿Quiénes van a ser los jefes del equipo?
R. El jefe va a ser Gregorio Manzano. Después, aquéllos que, por su carácter, su fútbol, su comportamiento y su personalidad intenten lo mejor para el grupo. Llámense como se llamen, jueguen o no. Aquél que no siga las directrices que yo marque en estas cualidades será apartado.
P. ¿Quién le huele que va a estar en esa sintonía?
R. Por ahora, los cuatro capitanes. Santi, Burgos, Aguilera y el cuarto, Simeone, que le he nombrado yo. Pero mi puerta estará abierta para todos.
P. ¿El Niño no es capitán?
R. No; lo del otro día en Alcalá fue porque Carlos Peña preguntó y se lo dieron [el brazalete]. Pero no es el momento para que Torres sea capitán. La capitanía se luce por algo más que por el look.
P. Es que le corresponde por veteranía, no por look.
R. No; están Aguilera, Santi...
P. Y Torres, el tercero más veterano. Burgos llegó después.
R. Ah, no sé. Tampoco me meto. Yo he nombrado a Simeone. Pero, vamos, que no es un problema. Que Raúl no ha sido capitán cuando han estado Hierro o Sanchis. Torres llegará a ser capitan cuando le toque.
P. Luis no le dejó serlo el curso pasado. Y usted tampoco.
R. ¿Y por qué tiene que ser capitán? Que ni entro ni salgo. Yo pregunto quiénes son los capitanes. Y me dicen: "Santi, Burgos y Aguilera". Pues yo incorporo a Simeone. Pero Torres lo que tiene que hacer es dedicarse a su trabajo y a su historia. Porque, además, en el tema de la capitanía, hay diálogos con el presidente, hay que representar a la gente... Fernando no tiene que meterse en esos berenjenales ahora mismo. Debe centrarse en el fútbol y en sus cosas. Y que se quemen otros. Ya le llegará el momento.
P. ¿Qué le falta a la plantilla?
R. Un medio derecho como el comer.
P. ¿Y Paunovic?
R. Si no viene nadie, le utilizaremos ahí. Pero rinde mejor como segundo delantero.
P. ¿Ortiz es verdad?
R. Así empezó el año pasado Riera. Si el Atlético hubiera tenido dos futbolistas de la banda derecha, Ortiz habría sido una tercera alternativa. Pero, cuando el tren pasa, hay que montarse. Y lo que ha hecho hasta hoy no es ficticio, es real. No quiere decir que ya esté consolidado, pero nos gusta.
P. ¿Y no hace falta más un crack? ¿Un Ibagaza?
R. He tenido a Ibagaza en el Mallorca y no es un crack. Un crack es alguien que haga más cosas dentro y fuera del terreno de juego. Un crack es Zidane. Ibagaza es un grandísimo jugador. Un crack aparece en la madurez y después de recorrer varios equipos. ¿Es Raúl un crack?
P. Pues sí.
R. Pues, para mí, no. Para mí, es muy buen futbolista. Con todo lo que la prensa le ayuda, ni recibe el Balón de Oro ni el de diamante. A ver si es que estamos todos equivocados.
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