Aroma hispano en el Festival de Cine de Edimburgo

El Festival de Cine de Edimburgo inició ayer su 57ª edición bajo el lema La nueva Europa en respuesta directa a la alusión sobre el viejo continente que el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, emitió en vísperas de la guerra contra Irak. "Muchas de las películas que hemos visto este año giran en torno a temáticas comunes que pueden concretarse en la búsqueda de una identidad europea. Exploran cuestiones de ruptura de fronteras, migración del este al oeste europeo, nacionalismo, y, con frecuencia, transmiten una percepción de Occidente como espacio más privilegiado que Europa del Este o África", explica el director artístico, el australiano Shane Danielsen.

Bajo este gran lema se recogen unas quince películas, desde la francesa Aram, de Robert Kéchichian, sobre un atentado terrorista contra un general turco, a la eslovena Rezervni Deli, de Damjan Kozole, sobre inmigración ilegal desde los Balcanes. El festival viene impregnado por cierto sabor hispano pese a que los títulos seleccionados no encajarían en una estricta definición del concepto de "nueva Europa". "España es una anomalía. Se mueve en otra dinámica", reconoce el director tras pasar revista a filmes como Torremolinos 73, de Pablo Berger; Las horas del día, de Jaime Rosales; La caja 507, de Enrique Urbizu, y La vida de nadie, de Eduard Cortés, entre los que se proyectarán en Edimburgo hasta el 24 de agosto.

"El cine español está en una posición muy fuerte. Es una industria muy diversa, con muchos directores haciendo un cine sofisticado, maduro y comercial. En cine comercial se encuentra entre los mejores del mundo", señala Danielsen. "Los anglosajones equiparan los filmes en lengua extranjera con cine de arte y ensayo. Uno de mis objetivos como director consiste en destruir esta noción, que es errónea", añade.

Edimburgo es, naturalmente, foco de la última producción británica y, entre los 11 títulos a estreno, se encuentran Young

Adam, protagonizada por Ewan McGregor; 16 years of alcohol, el debú del escocés Richard Jobson, y Eroica, la reconstrucción de Simon Cellar Jones del primer concierto de la Tercera sinfonía de Beethoven. El festival refuerza, además, su espíritu como descubridor de nuevos talentos con una rica oferta de trabajos de realizadores noveles y consolida su tradición como plataforma del cine documental y experimental.