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Sardinas en la playa

Los meses de verano son la época preferida para organizar moragas en las playas andaluzas. Así se denomina al acto de asar sardinas u otros pescados en una fiesta nocturna a la orilla del mar. Algunas se planean meticulosamente, como la de la Noche de San Juan, pero otras surgen de forma espontánea. Grupos de amigos compran algo de bebida y comen sardinas en espeto, ensartadas en cañas.

En Málaga, estas veladas nocturnas renacen cada verano junto a los chiringuitos, las motos acuáticas y vendedores de helados, pareos y sombreros. Hay para todas las edades. Los espeteros asan sardinas encima de viejas barcas y tienen gran éxito, sobre todo los domingos, que es cuando más gente acude a playas como las de Pedregalejo y el barrio pesquero de El Palo. Atraviesan el pescado salado en una caña y luego la asan poco a poco con el calor de las brasas.

El concepto tradicional a veces dista de la realidad. Marianne Szkudlarek, una francesa de 23 años que lleva casi cinco meses en Málaga, vivió su primera moraga días antes de la noche de San Juan. Tiene buenos recuerdos de la fiesta. Compartió la experiencia con unos colegas del trabajo y su compañera de piso. Confiesa que al principio no tenía ganas de ir, pero que se quedó hasta las seis de la mañana. Repitió dos días después, la noche de San Juan.

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