Dos firmas quieren edificar 2 millones de metros rústicos en Benidorm al amparo de la LRAU
El Consistorio dice que no recalificará la zona, una de las escasas áreas verdes de la ciudad
La normativa urbanística en la Comunidad Valenciana derivada de la Ley Reguladora de la Actividad Urbanística (LRAU) es tan flexible que prevé incluso la posibilidad de que promotores planteen construir en áreas calificadas como rústicas. En Benidorm, dos firmas han presentado proyectos para urbanizar dos millones de metros cuadrados en el Saltet, una área de huerta en el límite con L'Alfàs del Pi. La iniciativa no prosperará. El equipo de gobierno, en manos del PP, confirmó ayer a los afectados, unos 200 propietarios, que no recalificará los terrenos.
La mercantil Serrano Díaz Arquitectos, SL, un gabinete jurídico radicado en la ciudad de Albacete, presentó, al amparo de la figura del agente urbanizador privado -mecanismo recogido en la LRAU que permite a un constructor plantear una urbanización con tan sólo activar un plan de reparcelación- un proyecto para construir dos millones de metros cuadrados de suelo rústico en el término municipal de Benidorm, en concreto en la partida de El Saltet. La propuesta fue publicada el pasado día 5 por el Diario Oficial de la Generalitat. Inmediatamente, el promotor alicantino Enrique Ortiz, acogiéndose a la legislación, presentó un programa de actuación alternativo.
Sendas ofertas están ya en el despacho del concejal de Urbanismo de Benidorm, Manuel Agüera. Y, además, ambos proyectos cuentan con el rechazo unánime de los afectados, unos 200 propietarios, que de prosperar la iniciativa se verían abocados a vender al promotor o a una expropiación forzosa.
Los afectados se reunieron al mediodía de ayer en el salón de actos del Ayuntamiento de Benidorm para expresar su rechazo al proyecto. Al encuentro se sumaron los representantes del equipo de gobierno, entre ellos, el alcalde, Vicente Pérez Devesa, y el titular de urbanismo, así como concejales del único partido de la oposición, el PSPV.
Los propietarios de los terrenos fueron tajantes a la hora de justificar su rechazo a la urbanización de esa zona rústica. "El Saltet es una de las escasas zonas verdes que quedan en Benidorm, por tanto, su auténtico pulmón", dijo Enric Vidal, miembro de la asociación de afectados que se ha constituido. "Además, el proyecto no está justificado desde el punto de vista del desarrollo turístico, ya que se sigue apostando por un modelo de masificación, mediante la construcción de apartamentos", añadió. Vidal subrayó que la futura urbanización pondría, además, en grave riesgo los escasos recursos hídricos con los que cuenta la población turística.
El alcalde y, sobre todo, el edil de Urbanismo disiparon las dudas y calmaron los ánimos del auditorio: "En este mandato, el equipo de Gobierno no recalificará ningún terreno en Benidorm. Ya se pueden presentar dos o 28 proyectos para urbanizar en el Saltet, que el pleno los rechazará", añadió.
Ni apartamentos, ni hospital
La determinación del equipo de gobierno de Benidorm, que lidera el popular Vicente Pérez Devesa, de cumplir su promesa electoral de no recalificar en este mandato ni un palmo del suelo es férrea. El concejal de Urbanismo, Manuel Agüera, no sólo es tajante a la hora de mantener que en la partida de El Saltet -pulmón verde de la población- no se levantarán nuevas torres de apartamentos que engorden el ya abigarrado paisaje arquitectónico de la localidad, sino que asegura que esta zona de huerta quedará a salvo de cualquier edificación. El edil descarta la posibilidad de que en la zona se construya el segundo hospital comarcal. "El Ayuntamiento dispone aún de suelo en otros puntos del término para ubicar esta dotación", comenta el concejal.
El Saltet, al menos en los próximos cuatro años, estará a salvo del afán de los promotores de construir allí donde creen que se colmará su expectativa de negocio. Este ímpetu urbanizador, desatado al amparo de la LRAU, es tan acentuado en el litoral alicantino que a finales del pasado año originó un movimiento de rechazó que cristalizó en la denominada Asociación contra los Abusos Urbanísticos.
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