Niños, guitarra y ordenador

El pasado día 1 el guitarrista Ximo Tébar despidió en Málaga la temporada de conciertos y

recuerda que, al contrario que sucede con el pop y las orquestas, agosto no es un mes demasiado propicio para las actuaciones de jazz. Después de tres meses de actuar constantemente (hasta cuarenta conciertos por toda España) para presentar Embrujado, su último trabajo discográfico, Tébar se ha tomado unas vacaciones y dedica este mes primordialmente a sus hijos, de 13 y 9 años. Con todo, la música no queda totalmente al margen. "Ellos estudian y tocan un poco el piano, y también nos dedicaremos a eso, pero", puntualiza, "en plan lúdico, para nada como obligación o como deberes de verano". Con ellos, "hacer una canción se convierte en un juego divertido". Guillermo, el pequeño, "ahora escucha casi sólo rap". El padre asegura que en el ámbito de la música, sus hijos le han descubierto cosas en las que de otra forma difícilmente se hubiera fijado.

En medio de este mes de descanso hay una cita musical, ya "tradicional", que el guitarrista valenciano no se va a perder tampoco este año. Se trata de un concierto en Sot de Chera, una pequeña población de poco más de un centenar de habitantes que en verano se multiplica y donde durante su infancia y juventud pasaba las vacaciones. Desde hace seis o siete años, Tébar desembarca con su banda en plenas fiestas patronales y ofrece un concierto de jazz un tanto atípico. "Me ciño al contexto", explica y recuerda que el año pasado, al encontrarse un auditorio con muchos niños, decidió hacerlos participar. Invitó a unos cuantos al escenario y les dejó coquetear con los instrumentos. "Cuando les pregunté si querían que tocáramos algo en especial, nos pidieron Aserejé". Y lo tocaron, eso sí, enseñándoles cómo se podía improvisar con la canción del verano. "Fue algo más bien didáctico", aclara. El próximo día 17 volverá a actuar en esta pequeña población de Los Serranos.

Tébar se plantea repartir algunos días entre Altea y Aínsa. En esta población oscense hay una asociación de amigos del jazz con cuyos miembros mantiene "una buena amistad", lo que implica alguna actuación informal. "Vaya donde vaya", asegura, "siempre llevo conmigo la guitarra y el ordenador". La primera porque "igual que otros llevan la cámara de fotos cuando salen, yo", dice, "llevo la guitarra". Y el ordenador, porque, aparte de estar comunicado por Internet, le permite "plasmar las ideas" que preceden a una composición y que no tienen hora ni día fijos, o dar forma a sus proyectos. Y es que las vacaciones sirven para planificar la próxima temporada en las distintas facetas del guitarrista valenciano. "Este mes", comenta como ejemplo, "lanzamos el nuevo álbum de Ricardo Belda. El nuevo disco de este pianista, titulado My ideal y trabajado conforme a la ortodoxia jazzística constituye uno de los principales objetivos del año para Omix, el sello discográfico de Ximo Tébar. Escuchar las últimas maquetas llegadas a Omix Records es una de las tareas de este mes.